El otrora factótum del PSOE de Sevilla, José Caballos, dos veces defenestrado y dos veces resucitado, protagonizó la jornada de ayer en la elección de los delegados socialistas al promover una lista propia en la agrupación Centro. La encabezó su mujer, la periodista Mercedes Gordillo, que debutó así en la arena política. Y lo hizo ganando en la asamblea más nutrida del partido, la que cuenta con más de 700 afiliados. Su lista se impuso con una holgada diferencia al lograr 10 de los 17 delegados en disputa. El resto de representantes para el congreso provincial se lo repartieron Viera (tres delegados consiguió su hombre en la zona, Juan Ramón Troncoso) y los críticos, que, representados por Blas Ballesteros, obtuvieron hasta cinco compromisarios.

Si se suman los delegados obtenidos en el centro a los siete que en principio se autoasignó el sector oficialista -militantes afines a Caballos, que en esta última etapa se habían posicionado a favor de Viera, hacedor de una campaña de recuperación y reintegración institucional del ex portavoz parlamentario socialista, la fórmula Caballos podría llegar hasta los 17 delegados en total, lo que supone casi un 5% de los electos. Representantes que, en función de lo que pase, pueden ser importantes en el congreso provincial.

Los críticos quisieron ayer llamar la atención sobre esta singular circunstancia. "Lo de Caballos cambia todo el panorama". "En el nuevo PSOE no habrá tribus", transmitían desde en el aparato oficial dando por hecho que el líder socialista, al que Viera derrotó hace cuatro años gracias al apoyo de muchos de los críticos que ahora cuestionan su gestión, intentará sacar el máximo rédito político a esta exigua representación. En todo caso, tal y como están ahora mismo las cosas, y con independencia de cuál sea la opción final por la que opte Caballos -si apoyar la lista oficialista o buscar una improbable alianza con los críticos-, lo cierto es que su cuota política de representación, notable teniendo en cuenta que no tiene más respaldo orgánico índole superior ni sustento institucional alguno para ganar más apoyos, todavía resulta insuficiente para cambiar la tendencia general, que mantiene a Viera en cabeza en la carrera por atar definitivamente todos los apoyos necesarios para ganar el congreso.