La Guardia Civil detuvo a finales de abril a tres vendedores ambulantes que aprovechaban que llevaban frutas a domicilio para robarles a sus clientes. La mayoría de las víctimas son personas de avanzada edad, de los que los sospechosos se habían ganado la confianza. Los tres detenidos vendían fruta en distintas localidades de la comarca de la Vega del Guadalquivir y fueron arrestados tras cometer un hurto en el interior de una vivienda de Brenes el pasado 24 de abril.

Los sospechosos son miembros de una misma familia. Tras las detenciones, la Guardia Civil les imputó su participación en otros dos hechos similares, uno también en Brenes y el otro en Villaverde del Río. Los agentes de Brenes ya tenían conocimiento de la actividad de estos vendedores ambulantes de fruta, que habían sustraído dinero a personas mayores. Sin embargo, antes del último delito, las víctimas no habían logrado identificar plenamente a los sospechosos. Esto cambió tras el último robo.

El modus operandi era siempre el mismo. Los vendedores de fruta seleccionaban a personas de avanzada edad y con cierto nivel de dificultades. Iban vendiendo a domicilio. Cuando los clientes les preguntaban los precios, los vendedores entraban con ellos a la casa fingiendo una amabilidad comercial. Así acompañaban a las víctimas hasta el lugar del que sacaban el dinero. Luego, salían de la casa e introducían la mercancía. Sin embargo, la llevaban al extremo más alejado de la casa. Mientras uno de los sospechosos cargaba con las frutas y mantenía entretenido al cliente, otro de los implicados se acercaba al lugar en el que antes había averiguado dónde se guardaba el dinero y lo sustraía.

En uno de los casos, los delincuentes lograron apoderarse de 8.000 euros en efectivo, que una anciana guardaba en su casa. La operación se ha saldado hasta el momento con la detención de tres personas de una misma familia y la recuperación de este dinero. Esto fue posible gracias a la rápida intervención de los agentes de la Guardia Civil y a los detalles aportados por la víctima, que permitió a los guardias identificar y localizar a los autores, que son vecinos de Lora del Río.

Pero el asunto no quedó ahí. Cuando fueron detenidos, los ladrones ofrecieron dinero a los guardias civiles para que “se olvidaran del asunto”. La Guardia Civil tiene constancia de más casos que todavía no han presentado denuncia porque se trata de personas con problemas de salud. Se les han dado facilidades para que puedan denunciar a través de algún familiar y evitarle así las molestias de este trámite.