En el capítulo dedicado a los espacios libres, el documento final del Potaus incorpora dos importantes novedades. Una de ellas hace referencia a los parques metropolitanos de Tablada y en el Charco de la Pava, donde ahora se asevera que, en cualquier actuación que se acometa en los mismos, "se preservará la llanura de inundación del río Guadalquivir, para garantizar la funcionalidad del cauce en régimen de avenidas, sin riesgo para bienes y personas".

La otra novedad atañe al Camino del Práctico, una vieja y desvencijada carretera en la margen izquierda del Guadalquivir que servía para guiar desde tierra a los barcos entre Sevilla a Sanlúcar. A pesar de que algunos alcaldes vieron en ella un vial alternativo (por ejemplo, desde el puerto de Sevilla a zonas industriales del Bajo Guadaluqivir) y de gran potencial turístico, el Potaus la incorpora y preserva dentro la red de "corredores verdes". Ello implica que sólo estará permitido el tráfico peatonal y ciclista, no el de vehículos a motor.

El plan metropolitano defiende que, además del criterio de las inundaciones, en los parques de Tablada y el Charco de la Pava se ha de considerar que deben ser un "pulmón verde" en el sector con mayor densidad de población de todo el área metropolitana, que podrán acoger algunos usos dotacionales y deben "poner en valor" el cauce funcional del río Guadalquivir, abriéndolo al uso y disfrute de la población.

Es el mismo criterio que se defiende parque del Guadaíra. Entre las incorporaciones en cuando a zonas verdes de interés metropolitano con respecto al borrador, destaca además el Parque de la Dehesa, en Los Palacios.