"No sé que tiene el pueblo de Casariche que todo el que viene, vuelve", explica Julián Cosano García, presidente de la Asociación de Amigos de la Cultura y la Historia de Casariche. La historia de esta asociación se remonta al año 2004, cuando un grupo de amigos, nacidos en el pueblo pero con residencia fuera, se reunió en una peña de fútbol para compartir recuerdos e ideas. Al año siguiente la iniciativa se formalizó y se organizó desde un punto de vista cultural. Julián Cosano reside fuera de Casariche, pues trabaja en la conserjería de la Facultad de Filología. La relación de su asociación con la Universidad de Sevilla es estrecha y existe una clara colaboración entre ambas, como se demuestra en las jornadas culturales que celebran los casaricheños en agosto, pues muchos intelectuales del ámbito universitario son ponentes. "Todo el que quiere puede dar una charla o ponencia; nosotros no pagamos, pues no disponemos de ningún tipo de financiación, pero sí que les ofrecemos nuestra hospitalidad". La asociación que ocupa su tiempo libre tiene como principal objetivo recuperar el mosaico romano El juicio de Paris. Esta obra, única en España por su calidad, se encuentra en el Museo Arqueológico de Sevilla tras su restauración. "Estamos seguros de que cuando esté en Casariche será un reclamo turístico de primera. Lo único que quiero es que Casariche se conozca desde Nueva York a Pekín no por estar cerca de Estepa , sino por lo que es, un pueblo con su propia identidad".