Han pasado 38 días pero ya, por fin, una joven estudiante alemana, de sólo 22 años, y que permanecía ingresada en la UCI del Hospital Virgen Macarena desde finales de marzo puede empezar a hablar ya en pasado del coronavirus. La chica, que ingresó en el centro con una neumonía bilateral causada por la infección de Covid-19, cursaba sus estudios en Sevilla con una beca Erasmus cuando cuando resultó contagiada.

La gravedad con la que el coronavirus afectó a la función respiratoria de la paciente, con patología de base previa, provocó que no fuera suficiente su conexión a un respirador por lo que tuvo que implantarse, por el personal de la UCI conjuntamente con el servicio de Cirugía Cardiovascular, un sistema de oxigenación extracorpórea conocido como ECMO por sus siglas en inglés, es decir, un sistema de tecnología avanzada de asistencia respiratoria que es capaz de oxigenar la sangre permitiendo un reposo parcial de los pulmones, con el objetivo de lograr una recuperación de los mismos. Una técnica que no pudo retirarse hasta pasados 15 días cuando la situación clínica había mejorado y pudo empezar a ser oxigenada sólo con el respirador, del que pudo desconectarse definitivamente días después.

Durante este tiempo, todos los profesionales de UCI han sido su apoyo y se han convertido en su familia dándole el cariño que no podía recibir de los suyos, explica el hospital a través de un comunicado. Posteriormente, cuando ya estaba consciente, la joven pudo comunicarse con su familia mediante videoconferencia gracias a las tablets donadas por diversas empresas y estamentos, hecho que contribuyó a la mejoría de su estado general.

"Todo el personal de la UCI ha adoptado a la joven estudiante como si de alguien de la familia se tratara, al ser un caso tan excepcional y estar tan lejos de su familia, a miles de kilómetros", recoge el mismo comunicado.

La joven fue trasladada el sábado en un avión medicalizado a su ciudad de origen, donde continuará recuperándose al lado de su familia

Una vez fue dada de alta de la UCI, la joven fue trasladada el pasado sábado en un avión medicalizado a su ciudad de origen, donde continuará recuperándose al lado de su familia. Una situación a la que se llagado gracias a la la labor de todos los profesionales del Hospital Virgen Macarena implicados en el tratamiento de este tipo de pacientes y muy en particular el papel de la UCI.

"Todos los que trabajan en este servicio han dado mucho más del 100% en cada caso de Covid-19, no sólo por sus conocimientos científico-técnicos, sino también en el aspecto humano, volcándose en el cuidado y la atención de cada uno de los pacientes", manifesta el centro.

Los profesionales de la UCI del Macarena durante el cuidado de la joven.

Además, se estableció un plan de información a todos los familiares que, por la situación de aislamiento de los pacientes y por tener que cumplir la cuarentena, no podían acudir al hospital, realizándose por los facultativos dos llamadas telefónicas diarias para informar con detalle de la situación del paciente y solventar todas las dudas de los familiares. Cuando la situación clínica lo permitía, se ha facilitado el contacto del paciente con su familia a través de videochats o llamadas telefónicas.

El hospital recalca que lo profesionales de la UCI "han trabajado y trabajan en una situación muy dura y de gran tensión una enfermedad nueva, su elevada contagiosidad y con incertidumbres sobre su manejo", además de tratar la enfermedad han contribuido a la recuperación de los pacientes. "A la joven estudiante no le ha faltado en ningún momento el cariño y el apoyo emocional de todos los que trabajan en la Unidad, haciéndola sentirse querida en todo momento", concluye.

Tiempos de Covid-19, tiempos duros que gracias a la labor de los profesionales del Hospital, en el caso de esta joven europea, tiene un final feliz. Sin duda esta será una experiencia inolvidable para ella, y para todos los que trabajan en la UCI del Hospital Virgen Macarena, también.