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Sevilla

Detenida una familia que empleaba a dos niños para robar joyerías

Agentes de la Policía Nacional de San Juan de Aznalfarache han detenido a todos los integrantes de una familia -un hombre y dos mujeres- que constituía un grupo criminal de carácter itinerante especializado en el hurto de joyerías. Los detenidos, que han llegado a apoderarse de más de 240.000 euros, empleaban para ello a dos niñas de cinco y ocho años.

La técnica empleada por los detenidos consistía en que dos mujeres mayores de edad accedían al interior de las joyerías como clientes normales mientras que una de las niñas permanecía oculta a los dependientes en todo momento. De esta manera distraían al empleado del establecimiento junto a la otra menor, y la que permanecía oculta se colaba en las zonas reservadas o la trastienda y sustraía gran cantidad de joyas, preferiblemente mantas enteras.

Al salir, el varón también detenido las esperaba en las cercanías a bordo de un vehículo para huir del lugar antes de que nadie se percatase de lo sucedido. De igual modo, este mismo grupo también se dedicaba a "colocar" billetes falsos de 200 euros en supermercados de numerosas localidades por el procedimiento conocido como "hurto mágico".

La investigación comenzó a raíz de la denuncia de un joyero de Lorca (Murcia) que reproducía el mismo sistema utilizado en joyerías de las localidades sevillanas de San José de la Rinconada y Bollullos de la Mitación. Las indagaciones posteriores se prolongaron hasta el momento de la detención practicada seis días después de desvalijar la última joyería el 22 de julio.

Tras varias pesquisas se localizó al grupo en San Juan de Aznalfarache y se detuvo a sus miembros cuando cometían otro de los delitos en el que eran auténticos expertos, "colocar" billetes de 200 euros falsos en una conocida cadena de supermercados mediante el modus operandi conocido como "hurto mágico". De esta manera, el clan entregaba primero un billete falso y cuando la persona encargada del cobro se daba cuenta se lo cambiaban por uno legal para luego, en medio de una gran discusión, volver a cambiárselo por el falso sin que se percatara de tal cosa. Este método lo utilizaron en numerosas localidades como Gines, Tomares, San Juan de Aznalfarache, Las Cabezas de San Juan, Morón de la Frontera y en varios establecimientos de la capital.

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