Mariano Rajoy visitó este martes Sevilla para respaldar los monumentos y a la ciudad. Ésta es la versión oficial. Pero el acto tiene otra lectura política. El presidente del Gobierno ha pisado la capital este año electoral en al menos tres ocasiones, la última en verano para bendecir los resultados del congreso regional donde Juan Ignacio Zoido fue proclamado líder de su partido a nivel regional. Es público que Rajoy y María Dolores de Cospedal han apostado fuerte por Zoido. Y el acto de este martes -una conmemoración que cogió a la ciudad más pendiente del mapping que de los asuntos de la Unesco- fue otro gesto con el alcalde sevillano, que sale reforzado tras reabrirse un debate que le ha puesto en cuestión dentro de su partido: el debate de la margarita por deshojar de la candidatura a la Junta de Andalucía.

Y Rajoy respaldó este martes a Zoido dentro y fuera. La ausencia más notable no fue la del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su controvertida reforma, sino la de José Antonio Griñán. La reunión del consejo de gobierno de la Junta de Andalucía excusó al presidente autonómico, que estuvo representado por el consejero Luciano Alonso, que suele coincidir poco con Zoido pues, ambos, prefieren el género epistolar. El mero hecho de tratarse de un acto institucional y de contar con la visita del presidente del Gobierno es suficiente justificación para que Griñán hubiera asistido. Pero no todo el mundo piensa igual.

El hecho de que Rajoy hubiera aceptado la invitación del alcalde supone otra palmadita en la espalda para Zoido, que celebró la solemnidad de un acto que desde la Junta se vio como estampa del pasado. La celebración estuvo presidida por los tres titulares de los edificios declarados Patrimonio de la Humanidad: Rajoy por el Archivo de Indias; Zoido por el Alcázar; y monseñor Asenjo por la Catedral.

Al gobierno municipal le bastaba con tener al máximo representante del Gobierno en Sevilla para cumplir el compromiso que adquirió en junio en San Petersburgo. El acto tenía que celebrarse, fue parte del pago por el indulto a Sevilla, después de que la Torre Pelli pusiera a las puertas de la lista negra de la Unesco al conjunto monumental. Y todavía la deuda no se ha saldado por completo. Zoido tendrá más oportunidades para invitar a Rajoy.