Juan Espadas se ha marchado de la Alcaldía de Sevilla dejando sin gastar al menos casi 22 millones de euros de las cuentas de la ciudad para este año. Entre las partidas sin ejecutar se encuentran más de 700.000 euros para la limpieza de calles y la recogida de residuos sólidos; más de 642.000 euros para la promoción y formación empresarial de pequeñas y medianas empresas, autónomos y emprendedores; 160.000 euros para un proyecto de empleo para desempleados mayores de 45 años; o 280.000 euros para una subvención de libre concurrencia para un plan en zonas integrales. El dinero será usado por la delegación de Hacienda para compensar el remanente de tesorería negativo de la liquidación de las cuentas del 2020, que estuvieron marcadas por la irrupción de la pandemia.

Esta modificación presupuestaria tuvo el visto bueno de la sesión plenaria. La alcaldesa en funciones y delegada de Hacienda, Sonia Gaya, detalló que el informe de la Intervención General con relación al ejercicio presupuestario de 2020 arroja un remanente negativo de tesorería de 21,8 millones de euros, ante el cual las “opciones” para resolver tal extremo pasaban por solicitar un préstamo por ese mismo importe, diseñar el siguiente proyecto presupuestario con un superávit de tal cuantía, o una “reducción del gasto” del aún vigente presupuesto de 2021 por una cantidad igual a la señalada, como finalmente ha sucedido.

Hay que sumar según Gaya, que la liquidación del ejercicio presupuestario de la Gerencia de Urbanismo correspondiente a 2020 arroja otro remanente negativo de tesorería por importe de 8,6 millones de euros. Tras una consulta, el Ministerio de Hacienda y Función Pública ha aconsejado afrontar esa situación de una manera “desagregada”.

La alcaldesa socialista en funciones hasta el 3 de enero, fecha prevista para que Antonio Muñoz asuma el bastón de mando, expuso que esta reducción de 21,8 millones de euros en el vigente presupuesto municipal de 2021 “no altera para nada la prestación de ningún servicio” dada “la altura del año” a la que se acomete, defendiendo además que las numerosas partidas de recursos humanos objeto de esta detracción de dinero están sujetas a “la imposibilidad legal de cubrir vacantes afectadas” por los límites estatales a la reposición de efectivos en las administraciones públicas.

El gobierno defiende que ha “apretado todo lo posible” para aplicar los fondos

Pese a salir adelante, la modificación presupuestaria fue muy debatida. Desde la bancada de Ciudadanos, Álvaro Pimentel reconoció “la necesidad” de acometer la operación, pero alertó de que los remanentes negativos de tesorería son “sinónimo de mala gestión”, lamentando especialmente el caso de la partida de más de 642.000 euros inicialmente destinada a ayudas directas a autónomos, los emprendedores y las pymes, porque las subvenciones “no han sido convocadas” y “no se van a ejecutar el año que más falta hacen. El problema es que ese dinero no se ha ejecutado”, avisó.

Desde la izquierda, el portavoz de Adelante Sevilla, Daniel González Rojas, admitió que la operación se nutre de partidas presupuestarias que “ya no se pueden ejecutar a estas alturas del año”, pero señaló el “problema” de la no ejecución “del cien por ciento del presupuesto de la Agencia Local de la Energía, del cien por ciento de los estudios del programa de salud laboral o del cien por cien de las ayudas a planes integrales. Hemos llegado al 23 de diciembre sin gastar ese dinero”, lamentó.

Por el Partido Popular, Rafael Belmonte avisó también que el expediente refleja “falta ejecución en los presupuestos de todos los distritos”, algo que según razonó pone de manifiesto que en el gobierno socialista“falta pulso y capacidad” de gestión. Para cerrar, Gaya llamó a no recurrir a “versiones catastrofistas”, defendiendo que los socialistas han “apretado todo lo posible” para ejecutar el presupuesto.