Los Ciclos Formativos (antigua FP) se han convertido en la principal opción de los adolescentes sevillanos cuando acaban la enseñanza obligatoria. Así se desprende de los datos facilitados por la Delegación provincial de Educación para el inicio de curso en las enseñanzas medias y posobligatorias, que tiene lugar hoy. Por primera vez el alumnado de la FP gana al del Bachillerato después de haberse incrementado casi un 40% desde que estalló la crisis. Nada que ver con el aumento en el número de matriculados de Secundaria, que sigue siendo mínimo.

En la provincia de Sevilla regresan hoy al aula 214.201 estudiantes en 514 centros, de ellos, el principal grueso lo representan los alumnos de ESO y Ciclos Formativos. Esto último supone una novedad respecto a cursos anteriores, en los que dicha cifra se mantenía siempre por debajo de la de los de Bachillerato, aunque los últimos años se había acortado la distancia debido al auge de esta enseñanza, enfocada, principalmente, a una salida laboral especializada e inmediata. Así, según los datos aportados en su día por la Delegación provincial de Educación, si en 2008 el número de sevillanos matriculados en FP era de 20.592, este curso la cantidad asciende a 28.468, es decir, un 38,25% de incremento.

Este aumento coincide con los años de la crisis. Y es que durante este tiempo la Formación Profesional se ha convertido en una de las vías más seguras para lograr una inserción laboral, a tenor de estos números. Según fuentes especializadas, muchas empresas buscan empleados con una alta cualificación técnica, perfil más acorde con un alumno de la FP que con un universitario. A la búsqueda de empleo contribuye también las prácticas que estos estudiantes realizan en las compañías que mantienen acuerdos con los centros en los que se imparten Ciclos Formativos, muchos de los cuales logran un contrato tras el mencionado periodo. Además, la FP española se ha convertido en un modelo a copiar en otros países, como es el caso de Alemania, considerada la locomotora europea.

El aumento del alumnado de la FP también se percibe en la comparativa anual. Entre el pasado septiembre y el actual las matriculaciones se han elevado un 5%, lo que supone más de un punto con respecto al incremento registrado entre 2011 y 2012, cuando fue del 3,62%.

Estas cifras nada tienen que ver con las registradas en Bachillerato durante el último lustro. Frente a las matriculaciones en la FP que han aumentado por encima del 38%, el nivel de incremento de los bachilleres ha sido del 16,86%, hasta llegar al presente curso con 27.841 estudiantes (627 menos que en Ciclos Formativos), apenas 4.017 más que en 2008, cuando eran 23.824 los sevillanos que cursaban esta enseñanza preuniversitaria.

Otra etapa que muestra un bajo nivel de crecimiento es la Secundaria, a la que se incorporan un 1,1% más de alumnos hasta llegar a los 86.579. A pesar de tratarse de un porcentaje reducido, es destacable el hecho de que sea positivo, todo lo contrario a años anteriores en los que la escolarización en ESO iba en descenso por motivos demográficos. De esta forma, el curso 2008/09 se inició con 87.961 alumnos en Secundaria (cifra que se mantiene por encima de la actual). Al año siguiente esta cantidad disminuyó en casi 700 matriculaciones. En 2010 la reducción fue más considerable, al bajar un 2% y situarse los alumnos en 85.519. Esta cifra mermaría aún más el curso siguiente, con 84.488 estudiantes. Hasta el curso pasado no se registró el primer incremento, con 85.641 escolarizados. Se prevé que el alza continúe con la incorporación de los jóvenes que nacieron durante el boom inmobiliario.

Por otro lado, es destacable el aumento de los matriculados en la Enseñanza de Régimen Especial (que incluye conservatorios y escuelas oficiales de idiomas), que pasan de 19.978 a 22.633, es decir, un 13,3% más en un año, el incremento más importante de este curso. Esto obedece al interés cada vez mayor de los jóvenes por aprender lenguas extranjeras de cara a un futuro laboral y de la necesidad de muchos docentes de alcanzar un alto manejo en idiomas para lograr un puesto bilingüe.