Sevilla

Fallece una anciana impedida de más de 80 años al arder su casa de la Juncal

  • La víctima vivía sola y fumaba más de tres paquetes al día, por lo que se investiga si un cigarrillo pudo ser el origen del fuego · Sus vecinos más próximos llevaban años alertando a la comunidad del riesgo de incendio

Una mujer octogenaria, Antonia T. L., murió ayer en el incendio de su casa, un segundo piso del número 1 de la calle Zapardiel de la barriada de la Juncal. Un cigarrillo encendido se apunta como origen del siniestro porque la señora fumaba más de tres paquetes de tabaco al día, según los vecinos, y porque en ocasiones anteriores ya se habían producido en el piso pequeños incendios que no acabaron en tragedia. La investigación determinará las causas exactas.

Las llamas destrozaron el sofá y toda la salita donde la víctima pasaba los días y las noches sentada viendo la televisión a todo volumen desde hace años. Según los vecinos, se mantenía despierta hasta altas horas de la madrugada. Recibía visitas en su casa de personas que la ayudaban en sus tareas del hogar, pero a la hora del incendio estaba sola. Las camareras del bar La Paraíta le subían el café que pedía algunas veces.

Antonia e mantenía con la paga que le había quedado de su marido, que era militar. Tenía 84 años, según datos municipales. Los habitantes del bloque relataron a este periódico que vivía sola por decisión propia, que tiene una sola hija, y dos nietos, con la que al parecer no mantenía buenas relaciones y que no soportaba pasar sus días en una residencia de ancianos, donde había ingresado en dos ocasiones pero siempre acababa volviendo a su casa.

No resultaron afectados más pisos ni más vecinos del bloque de cuatro plantas gracias a la rápida intervención de los Bomberos, cuyos efectivos se presentaron en el lugar seis minutos después de la llamada de emergencia. La puerta de entrada al piso quedó carbonizada y un fuerte olor cortaba la respiración en el descansillo de la escalera, completamente tiznado. El timbre del portero electrónico quedó bloqueado.

Los primeros avisos de emergencia entraron sobre las 14:26 a los teléfonos de los Bomberos y del servicio de emergencia 112. Particulares alertaban de la cantidad de humo que estaba saliendo por la ventana.

Al lugar de los hechos acudieron también efectivos de la Policía Nacional, de la Policía Local, del Cecop y servicios sanitarios. Los agentes encontraron que en otra habitación de la vivienda había una silla de ruedas. Según los vecinos, la mujer no usaba la silla.

Hasta el lugar del suceso se trasladaron efectivos de Bomberos, Policía Nacional, Policía Local, Centro de Coordinación Operativa (Cecop) y los servicios sanitarios.

En el vecindario la frase más repetida era que esta desgracia se veía venir y que se habían dado avisos desde hace años. En las reuniones de la comunidad varios residentes habían alertado del riesgo de incendio por el hábito y la forma de vida de la anciana Antoñita, como así se hacía llamar.

Una de las vecinas más afectadas por lo sucedido insistía ayer en las consecuencias devastadoras que está teniendo la crisis y los constantes recortes de gasto público en la atencion a las personas mayores dependientes. "Están cortando las prestaciones sociales donde menos deberían hacerlo, en la atención a los mayores. No hay derecho", protestaba ayer esta vecina, quien añadía que tampoco se entiende que el país no ofrezca salidas laborales a los jóvenes preparados, como su hija.

Justo ayer la vecina que vive enfrente de Antoñita tenía en su cocina dos bombonas de butano de su antiguo termo que acababa de sustituir por uno eléctrico. La providencia quiso que no le hubiera dado por sacarlas al descansillo.

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