El Hospital Virgen Macarena fusiona la Neurología y la Pediatría para el tratamiento conjunto de los pacientes aquejados de ictus pediátrico en la que es la primera consulta con esta aproximación a la enfermedad de toda Andalucía. Su finalidad es mejorar la calidad de vida del niño y la de sus familiares, que se enfrentan a "un escenario complejo" debido a la posible persistencia de las secuelas sufridas en sujetos con una larga esperanza de vida, explica Irene Alonso, neuropediatra del Macarena.

La detección de esta patología, que se manifiesta generalmente en torno al parto y durante el primer año de vida del niño, podría facilitarse gracias al protocolo de ictus pediátrico que este equipo integrador va a lanzar. Su instauración incluirá la información de la población general y la formación del personal médico. Según la neuróloga Ana Domínguez, "el papel de los padres en la detección de síntomas puede facilitar enormemente el diagnóstico precoz". Los síntomas más significativos son la pérdida de fuerza u hormigueo en una mitad del cuerpo, la desviación de la comisura de la boca, la aparición de dolor intenso de cabeza o crisis epilépticas muy repetidas. En los bebés, serían irritabilidad y baja respuesta a estímulos.

La rápida reacción de los sanitarios, tanto en Atención Primaria como del personal de ambulancias, también ayuda a un manejo acertado de la enfermedad desde que aparece la sospecha. Como novedad, está la capacidad de "efectuar pruebas radiológicas (resonancia de cráneo) a los niños", explica la doctora Domínguez. 

Una vez la dolencia se ha diagnosticado, la pionera consulta multidisciplinar se encargaría del tratamiento y seguimiento integral de estos pacientes hasta su mayoría de edad. En ella se tratarán las secuelas neurológicas de los niños que, en el 65% de los casos son motoras (acorchamiento o debilidad en extremidades) y en más de la mitad cognitivas (pérdida de memoria). En este abordaje participarían las unidades de Neurodesarrollo, Foniatría-Logopedia, Rehabilitación Neurológica Infantil, Nutrición Pediátrica y Hematología Pediátrica. 

La consulta conjunta permite que la asistencia terapéutica continuada "mejore el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de nuevos eventos en niños con ictus", asegura Domínguez. Además de "iniciar registros y proyectos de investigación colaborativos entre los dos servicios y con otros hospitales andaluces que están poniendo en marcha el código ictus pediátrico". Durante la asistencia, se utilizará el Hospital de día de Pediatría para desarrollar técnicas y procedimientos necesarios, como las "ecografías y los análisis de sangre que se practican a los niños durante las mismas visitas, para evitar que vengan más veces".

Los progenitores también serán estudiados para detectar qué factores provocan el riesgo de padecer esta dolencia en una edad tan temprana. Asimismo, se realzará un estudio a las madres propensas a padecer una patología vascular durante un posible embarazo.