Iniciativa social

Intercambio de llaves para una nueva vida

  • Emvisesa aumenta su parque de viviendas con la adquisición de pisos a familias con problemas económicos o de salud, a las que ofrece un alquiler social en casas adaptadas a sus necesidades

El pasado 8 de julio, al hijo de Encarnación Henry le trasplantaron los dos pulmones como consecuencia de la fibrosis quística que padece. El joven llevaba un año alejado de sus padres y viviendo con su abuela, ya que los importantes problemas de humedades de su casa agravaron la enfermedad. Desde finales de noviembre, esta familia ha vuelto a reunirse gracias a la convocatoria de permutas puesta en marcha por la Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla (Emvisesa), que compra las viviendas de familias con necesidades especiales y a cambio les ofrece un alquiler social.

Ésta es la primera familia que se ha beneficiado de este programa especial de permuta de inmuebles. En el último año, la Oficina Municipal por el Derecho a la Vivienda de Sevilla ha recibido 32 solicitudes, de las cuales 10 cumplen los requisitos y sus procesos están finalizados o a punto de hacerlo, según explica Felipe Castro, gerente de Emvisesa.

Emvisesa ha recibido 32 solicitudes en un año, de las cuales 10 cumplían con todos los requisitos

En el caso de Encarnación Henry, ella tenía junto a su marido una vivienda en la Macarena. "La llamábamos la cueva. Era un bajo y tenía muchísimos problemas de humedad. Las paredes estaban llenas de hongos. El médico de mi hijo nos decía que teníamos que irnos de allí, que los problemas respiratorios de mi hijo podían empeorar. Pero no teníamos recursos para irnos, yo estoy parada y mi marido está jubilado por enfermedad", relata la mujer. "Durante años, hablé con la Junta de Andalucía e incluso Zoido me atendió personalmente cuando era alcalde. Pero nada, no me daban ninguna solución y yo veía a mi hijo cada vez peor". El joven empeoró bastante y decidieron que se fuera a vivir con su abuela.

Más tarde, el Ayuntamiento de Sevilla, liderado por el gobierno socialista, aprobó el protocolo de permutas en circunstancias especiales. "Me enteré por la prensa y fui corriendo a San Jerónimo a apuntarme. Creo que la mía fue la primera solicitud que recibieron", comenta Encarnación Henry, que vendió su casa de la Macarena a Emvisesa y ésta le ofreció un alquiler social en Pino Montano, un piso "horroroso de bonito, grande, con un balcón, con paredes blancas, sin humedades y muy luminoso".

Existe un segundo caso de un matrimonio mayor que ha vendido su piso, un segundo sin ascensor en la barriada de Santa Justa y Rufina, a Emvisesa y ésta a cambio le ha ofrecido un alquiler social en Pino Montano, cerca de sus hijos. "Ambos tienen más de 70 años y ella está reconocida como gran dependiente y sufre fuertes dolores. Está encerrada en su casa, no puede salir, y su marido, que también supera los 70 años, no puede cuidarla solo. Además, su casa no está adaptada", explica Felipe Castro, gerente de Emvisesa. "Ya se le ha asignado la casa. Estamos a la espera de firmar el contrato y hacer el cambio de escrituras. La casa que hemos adquirido está en perfecto estado, el único inconveniente es que es un segundo sin ascensor. Una persona mayor no puede vivir ahí, pero sí podemos utilizarlo para realojar a una familia joven sin problemas de movilidad".

A estos dos casos se suma un tercero de otro matrimonio mayor en una situación similar. Ella tiene las rodillas operadas y problemas de movilidad. No tienen ascensor en su edificio, y ella no puede bajar y subir las escaleras. Además, él tiene incapacidad permanente. A este matrimonio también se le ha asignado una vivienda en Pino Montano, como solicitaron, pero el Ayuntamiento está a la espera de que lo acepten para cerrar el proceso.

Hay dos familias más que tienen la vivienda tasada y han llegado a un acuerdo con Emvisesa para la compraventa del inmueble. "Sólo estamos a la espera de disponer de viviendas que cumplan los requisitos que ellos han pedido. Una de estas familias ha solicitado una vivienda en Sevilla Este o Nervión, y la otra en Pino Montano. En cuanto tengamos viviendas disponibles, se las ofreceremos".

Este protocolo sólo está disponible para aquellas personas con necesidades especiales y que acrediten su enfermedad, problemas de movilidad o económicos u otra circunstancia especial. Al margen, Emvisesa cuenta con un segundo protocolo de realojo o cambio de viviendas de urgencias cuando se trata de un caso de violencia de género o la integridad de una persona corra peligro, según explica Felipe Castro, y una bolsa para la permuta de viviendas entre inquilinos.

La empresa municipal cuenta con un parque de 2.608 viviendas, de las cuales no llegan a diez las que están vacías, según asegura el gerente de la entidad pública. Hasta ahora, los pisos no podían intercambiarse, pero con la creación de este nuevo protocolo los inquilinos de Emvisesa pueden inscribirse en una bolsa, que se puede consultar a través de internet, y si encuentran a otro inquilino de Emvisesa con los mismos intereses que él, intercambiarse los inmuebles. "No se necesita cumplir ningún requisito especial. Sólo que las dos familias compartan un interés, es decir, yo tengo una casa en la Macarena y quiero irme a Pino Montano, y tú al revés", comenta Castro.

Actualmente, en esta bolsa de permutas hay inscritos dos pisos por la zona de Pirotecnia, tres de Torreblanca, dos de San Jerónimo y uno de Pino Montano.

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