Sevilla

Investigan una agresión sexual a una discapacitada en Sevilla

  • La Policía Nacional detuvo al presunto agresor, que ha quedado libre con cargos

  • Los hechos ocurrieron en la vivienda del detenido, en la Macarena

Un patrullero de la Policía Nacional, en la Macarena.

Un patrullero de la Policía Nacional, en la Macarena. / M. G.

La Policía Nacional está investigando una presunta agresión sexual sufrida por una joven discapacitada en la Macarena. La chica, de 23 años y con una minusvalía psíquica del 69%, asegura haber sido forzada por un hombre en el piso en el que éste reside, en el entorno del Parlamento de Andalucía. El hombre, de 37 años y natural de Lepe, fue detenido por la Policía Nacional como presunto autor de una agresión sexual. Tras ser puesto a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos y con la prohibición de acercarse a la denunciante.

Los hechos ocurrieron entre la tarde del 27 de diciembre y la madrugada del 28, cuando se produjo la detención. La chica y su supuesto agresor se habían conocido unos días antes en el Hospital Virgen Macarena, donde ella trabaja como auxiliar de enfermería y él se encontraba ingresado porque había sufrido un accidente. Allí se intercambiaron los teléfonos móviles y habían quedado un par de veces antes del día de los hechos.

La tarde del día 27, la joven había quedado con unas amigas cuando el supuesto agresor la invitó a su casa, a la que ésta habría ido voluntariamente. Fue en el domicilio del denunciado donde se produjeron los hechos, y también la detención del presunto autor. Sobre los hechos, aún existe cierta confusión y no está claro cómo ocurrieron.

La denunciante ha dado tres versiones de lo ocurrido. En la primera de ellas, en la denuncia presentada ante la Policía, aseguró que el hombre la había obligado a beberse tres chupitos. En la segunda, en la declaración en sede policial, la joven admitió que había tomado una copa de ginebra de manera voluntaria. En la tercera, en el juzgado, la chica dijo que el hombre la había forzado a beber y a quitarse la ropa bajo amenazas y golpes. 

La denunciante sostuvo que el supuesto agresor la había golpeado y la había violado con una botella de plástico. También dijo que después la retuvo contra su voluntad hasta que, ya entrada la madrugada, la dejó libre. En este periodo, la familia de la víctima se había presentado en la puerta del bloque, ya que, dadas las condiciones especiales de la joven, la tenían geolocalizada con un sistema GPS en su teléfono móvil.

La joven presenta lesiones en el brazo y en el cuello, pero no en las zonas íntimas. La investigación continúa abierta y el juzgado ha ordenado la intervención de los teléfonos móviles de ambos. El juzgado de Instrucción 4, en funciones de Guardia, decretó la puesta en libertad con cargos del detenido, al que se le impuso una orden de alejamiento de la joven. La instrucción recaerá en el juzgado de Instrucción 20 de Sevilla.

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