Sevilla

Juzgan a un trabajador de Sevilla II por deformarle el oído a un preso

  • La presunta víctima es un antiguo policía con el que se originó un enfrentamiento

La Audiencia de Sevilla ha ordenado procesar por un delito de lesiones causantes de deformidad a un funcionario de prisiones que golpeó a un policía local de Marbella preso, que como consecuencia de ello quedó sordo del oído izquierdo.

La presunta agresión tuvo lugar el 9 de junio de 2006 en el módulo destinado a las fuerzas de seguridad de la prisión Sevilla II, cuando se produjo un incidente entre el funcionario E.G.V. y el interno R.P.A., que cumplía prisión preventiva por un presunto caso de tráfico de drogas.

El juzgado de instrucción 7 de Sevilla procesó al funcionario por una falta de lesiones pero la Sección Primera de la Audiencia, en un auto al que ha tenido acceso Efe, ordena seguir la causa como un presunto delito causante de deformidad o pérdida de un órgano o sentido principal, ya que el agredido quedó con una pérdida de audición permanente certificada por el forense.

La Audiencia recuerda en su auto que estos delitos están penados con 6 a 12 años de cárcel y que, pese a la negativa del imputado, las pruebas practicadas "sugieren vehementemente" que no pudo ser otra persona quien causó las lesiones al interno.

El acusado no negó el incidente, pero lo atribuyó a un forcejeo porque el preso ofreció resistencia al meterlo en la celda y se golpeó con la puerta en la cabeza y en la mano.

La Audiencia, sin embargo, cree que hay "base racional suficiente" para atribuir un delito de lesiones al funcionario, pues supuestamente dio una bofetada en el lado izquierdo de la cara y oído al interno, lo que le produjo perforación del tímpano que le ha dejado como secuela una pérdida de audición.

El imputado compareció el pasado 22 de julio ante el juez instructor para ser notificado de la nueva calificación de los hechos y volvió a expresar su disconformidad con tal relato. Esta nueva calificación puede suponer una condena de varios años de cárcel, frente a la pena prevista para las faltas de lesiones, que es de una multa.

En su versión mantenida hasta ahora, el imputado sostiene que el Módulo 10 de la prisión sevillana, destinado a miembros de las fuerzas de seguridad, tiene un nivel de conflictividad alto, con frecuente animadversión hacia los funcionarios. El interno fue tratado por el médico de la prisión y luego en el hospital Virgen del Rocío, que certificó una perforación del tímpano con hematoma tras traumatismo auricular.

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