El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, calificó ayer de "imprescindible" el diálogo con los empresarios que ostentan la propiedad de los suelos de la antigua dehesa de Tablada para lograr que estos terrenos, ya verdes por su calificación en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), puedan ser públicos y, por ende, objeto de inversión por parte de la Junta de Andalucía para instaurar un parque metropolitano.

Monteseirín aseguró que, en el caso de que la vía del diálogo no prosperara, el escenario que el Consistorio se plantea, "cuando se den las circunstancias" pasaría por "volver a los pleitos", en referencia al proceso judicial iniciado a raíz de la pretensión de expropiar los terrenos. Además, el regidor hispalense consideró como "un primer éxito" el hecho de que Tablada "sea verde, salvo que ahora viniera un tribunal y ordenara modificar el PGOU".

Sin embargo, para que la Administración autonómica pueda invertir "no basta con que sea verde, sino que también debe ser pública", dijo. Toda vez que la vía de la expropiación no ha prosperado por la "interpretación que de la ley han hecho algunos tribunales", el primer edil ha planteado el diálogo con los propietarios como "fórmula distinta", pero bajo una premisa "irrenunciable" de gobierno, es decir, compartida por PSOE e IU, y un punto de partida "innegociable" como es que Tablada debe de seguir conservando la calificación de zona verde.

Según comentó el alcalde, "prejuzgar dónde nos llevará este diálogo sería quitarle el sentido, lo importante es que la premisa está clara, la situación no ha cambiado en lo fundamental, aunque sí en lo instrumental". Además, remarcó que aún no se ha establecido ningún contacto con los propietarios de Tablada, con los que nunca han querido hablar en su conjunto para no crear malentendidos mientras había pleito, aunque sí a nivel individual porque tienen intereses en otros aspectos de la ciudad.

Ahora, el alcalde tratará de consensuar su iniciativa con IU para que se convierta en "decisión de gobierno". Monteseirín dejó claro que en los suelos de la dehesa no habrá viviendas ni oficinas, aunque sí tendrán cabida otros equipamientos públicos.