El Ayuntamiento de Sevilla aseguró ayer que las medidas de seguridad adoptadas en los dos edificios de Manuel Arellano afectados por la construcción del aparcamiento de la Ronda de Triana "garantizan la estabilidad" de los inmuebles. En un comunicado, la Concejalía de Movilidad añade que desde el pasado diciembre no se han registrado "alteraciones" en la "verticalidad" de los inmuebles y pide "esfuerzos conjuntos para concluir la construcción de una infraestructura históricamente demandada por los vecinos". No obstante, el Consistorio está dispuesto a revisar el informe del arquitecto contratado por la comunidad de vecinos de los bloques afectados en el que alerta de que la separación entre los edificios está "cercana" al límite que desembocaría en "problemas más graves".

Desde la oposición, el PP opinó ayer que los datos del arquitecto contratado por los vecinos obligan a "tomar precauciones". La concejal popular Alicia Martínez recordó que el informe cita un límite de 47 milímetros para la aparición de problemas de seguridad y ya se han alcanzado los 40 milímetros de separación por lo que "si siguen trabajando en las obras y no se toma ninguna medida, se puede sobrepasar este margen". Los vecinos están perdiendo la paciencia.