Un joven sevillano, Fermín Garrido, falleció el pasado 13 de junio en un accidente de avioneta ocurrido en el Pirineo francés. Garrido era natural de Pedrera, un pequeño municipio de la Sierra Sur de la provincia de Sevilla. La familia de la víctima se ha encontrado con una serie de trabas burocráticas para poder trasladar el cuerpo a España, y ha hecho un llamamiento a través de las redes sociales a las instituciones competentes para que den celeridad a estos trámites.

El accidente ocurrió la tarde del jueves 13 de junio en la comarca francesa de la Cerdaña, en la frontera entre España y Francia. El aparato, en el que viajaba el joven sevillano junto con otro piloto natural de Andorra, se precipitó sobre la carretera que une las localidades de Sallagosa y Estavar, a apenas unos minutos a pie de la frontera con España y a dos kilómetros de Puigcerdá.

Según varios testimonios citados por medios locales, la avioneta turística, de tipo Cessna, perdió la estabilidad de golpe y empezó a descender vertiginosamente hasta chocar con un pequeño montículo a cincuenta metros de la carretera. Tras el impacto, la avioneta se incendió con los tripulantes aún en su interior.

Los bomberos franceses desplazaron hasta el lugar de los hechos un total de 30 dotaciones pero no pudieron hacer nada para salvar las vidas de los dos ocupantes de la pequeña aeronave, que quedó calcinada. Por el momento no han trascendido las causas del accidente, ocurrido a pocos kilómetros del aeródromo de Santa Leocadia. En el momento del siniestro, la meteorología y la visibilidad en la zona eran buenas.

Fermín Garrido se encontraba desde hace unos años trabajando en Francia como ingeniero de simulación de pruebas y residía en Toulouse. Estudió en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla entre los años 2009 y 2015. Era ingeniero aeronáutico, aeroespacial y astronáutico. Durante su periodo universitario también perteneció al equipo de rugby de la Escuela de Ingenieros y formó parte de la tuna de Turismo y Finanzas.