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Patrimonio pone reparos a la rehabilitación de la cubierta de la iglesia de San Marcos

  • Los técnicos solicitan un proyecto que detalle todas las actuaciones y aprecian “indefiniciones inadmisibles” al tratarse de un inmueble BIC

Imagen exterior de la iglesia de San Marcos, de estilo gótico mudéjar de mediados del siglo XIV.

Imagen exterior de la iglesia de San Marcos, de estilo gótico mudéjar de mediados del siglo XIV. / D. S.

Reparos a una intervención en un Bien de Interés Cultural (BIC). La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha considerado que debe aportarse un proyecto de ejecución en el que se describa pormenorizadamente las actuaciones que se van a realizar en la iglesia de San Marcos de conformidad con la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía en el que se especifiquen las cuestiones planteadas por los técnicos y justifique la necesidad de una capa de compresión en el faldón de la nave lateral norte del inmueble.

Analizada la documentación presentada, la comisión de Patrimonio apunta que la línea del proyecto parece ser la de mínima intervención, sin embargo se aprecian indefiniciones inadmisibles cuando se trata de un BIC cuya materialidad es relevante. En el informe se detalla que en el proyecto no se aporta información relativa a si las vigas de la cubierta son originales o fruto de una determinada intervención. “Adolece de falta de precisión, siendo necesaria una documentación más exhaustiva relativa al estado de las cabezas de las vigas, que presume malo, así como de su tramo intermedio, con el objeto de saber previamente si se van a reparar (partida presupuestaria que no consta en mediciones) o se van a sustituir (partida que aparece como sustitución de forjado de vigueta de madrera y tablazón)”.

Los técnicos entienden que se pone de manifiesto que el proyecto no define el tipo de madera ni la escuadría. Además, señalan que se dice que las cabezas se reparan y se unen mediante estereotomía, pero el nudo propuesto no se define en los planos aportados para la reforma.

Para la protección de las vigas nuevas se prevé la pintura al esmalte sintético con acción fungicida sobre madera, “sin que se especifique el acabado de las existentes que permanecen, siendo en todo caso preferible una protección de poro abierto”. Sobre la capa de compresión ligeramente armada propuesta sobre el faldón, en el informe se explica que no parece justificada si las vigas presentan un buen comportamiento mecánico. “La ejecución de una capa de compresión, si bien es estándar para refuerzos de forjados de madera, es irreversible e implica la apertura de una roza de 10 centímetros en el muro donde intesta el paño”.

Entienden que “adolece de falta de precisión” sobre las vigas, siendo necesarios más datos

Patrimonio comenta que el sistema previsto para la limpieza del presbiterio se considera adecuado (mecánico con cepillo de cerdas suaves), aunque no define el “producto para la salinidad”, cuya compatibilidad con el soporte debe estar garantizada. Por último, argumenta que la intervención en el elemento decorativo del hastial, incluso su fijación con mortero estructural deberá ser autorizado previa presentación de un proyecto específico.

El edificio objeto de la intervención se ubica en el sector 3 Santa Paula Santa Lucía del Conjunto Histórico de Sevilla, con Plan Especial de Protección aprobado definitivamente el 25 de mayo de 2000. Se trata por tanto de un sector convalidado salvo para los inmuebles BIC monumento o sus entornos de protección. Ambos inmuebles fueron declarados monumentos histórico-artístico pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional. Por ello, es necesario con carácter previo a las restantes licencias o autorizaciones que fueran pertinentes, la autorización de la persona titular de la delegación territorial competente en la materia.

El inmueble responde a los caracteres de las iglesias parroquiales de estilo gótico mudéjar de mediados del siglo XIV, aunque a través de los siglos ha sufrido tal cantidad de vicisitudes que del edificio original apenas quedan elementos destacables. El edificio ha sido objeto de varias restauraciones entre las que destacan las llevadas a cabo en el siglo XVIII, en las que se remodelaron los arcos tumidos convirtiéndolos en arcos de herradura.

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