La Fiscalía de Sevilla ha pedido una condena de trece años de cárcel para un estudiante mexicano residente en Sevilla, acusado de intentar matar a dos policías, a los que presuntamente disparó a bocajarro cuando pretendían identificarlo.

El escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, imputa a A.O.M., de 28 años, dos delitos de homicidio en grado de tentativa, por los que el fiscal solicita cuatro años de cárcel por cada uno, otro de atentado a la autoridad, con una condena de cuatro años, y un tercer delito de tenencia ilícita de armas, por el que pide un año de prisión.

El joven mexicano, que se encontraba en España participando en un doctorado de la Universidad de Sevilla sobre energías renovables, ha alegado en su defensa que creyó ser víctima de un "secuestro exprés" y que no vio la credencial que le mostraban los policías porque iba borracho.

Explica el escrito de la Fiscalía que los hechos ocurrieron sobre las 3.15 horas del 8 de marzo de 2008, cuando dos policías nacionales que prestaban servicio vestidos de paisano recibieron un aviso para identificar a una persona de determinadas características físicas.

Cuando circulaban por la calle Santa María de Ordaz, los dos agentes se encontraron al acusado, cuyas características coincidían con el sospechoso, y le solicitaron que se identificase.

Sostiene el fiscal que, cuando la agente femenina se dirigía al equipo de transmisiones de su patrullero para ver si el procesado coincidía con la persona buscada, A.O.M. "la golpeó en la cara con el puño cerrado", lo que la tiró al suelo, y entonces siguió golpeándola.

El acusado siguió pegando en la cara a la policía y tirándole del pelo hasta que consiguió arrebatarle su pistola, le apuntó a la cara y "apretó el gatillo en más de una ocasión" al tiempo que le decía "te voy a matar", sostiene el fiscal.

El acusado también dirigió la pistola hacia el policía y "percutió el arma con ánimo de darle muerte", pero en ambos casos no llegó a dispararse porque tenía activado el seguro.

Ante tales circunstancias, el agente "desenfundó su pistola, la cargó y requirió al acusado para que cesara en su actitud", pero éste, lejos de atenderle, "comenzó a montar el arma arrebatada para hacerla disparar", aunque en ese momento el policía le dio un golpe que consiguió despojarle de la pistola, que fue a parar bajo un vehículo.

El estudiante mexicano se dio entonces a la fuga e intentó protegerse en un vehículo ocupado por tres personas, cuyo conductor facilitó su detención.

El fiscal pide en su escrito que continúe la situación de prisión incondicional sin fianza que pesa sobre el joven dada la elevada petición de condena que pesa sobre él y el riesgo de que intente fugarse o cometa hechos similares.

La petición del ministerio público incluye que éste indemnice en 16.200 euros a la mujer policía por los daños y perjuicios morales sufridos y en 15.050 euros a su compañero.

La mujer sufrió traumatismo craneoencefálico, esguince cervical y contusiones que la tuvieron cinco días hospitalizada y 75 de baja, mientras que su compañero presentó contusiones varias, fractura de un dedo de la mano, distensión cervical y contusión mandibular, por las que estuvo 70 días de baja.