La Policía Nacional ha realizado 64 controles en la primera semana de vigencia del plan especial de protección a los taxistas puesto en marcha tras los dos atracos sufridos a principios de agosto. En esos 64 controles han sido identificadas en total 81 personas. La mayoría de los controles se han desarrollado en las inmediaciones de las zonas más conflictivas de la ciudad, donde históricamente se han registrado más atracos a taxistas en los últimos años.

La zona en la que más se ha incrementado la vigilancia es la de las Tres Mil Viviendas. La Policía ha identificado a los usuarios de los taxis que circulaban por la Avenida de la Paz en dirección a esta barriada. Hace años fueron detenidos varios atracadores que obligaban a los taxistas a llevarlos al Polígono Sur y, una vez allí, les quitaban el dinero que llevaban encima amenazándolos con alguna navaja o con otros objetos cortantes, como el cuello de una botella de vidrio rota.

Otro de los factores que llevó a la Policía a comenzar los controles en las cercanías del Polígono Sur fue el hecho de que uno de los dos atracos ocurridos este verano se produjo en la Avenida de la Paz. Allí una taxista que circulaba por la vía auxiliar fue sorprendida por un joven que le cruzó un ciclomotor en su camino mientras que el cliente le colocaba una navaja en el cuello para robarle la recaudación de la jornada.

Otra de las zonas seleccionadas para potenciar los controles ha sido el distrito Macarena, sobre todo en las inmediaciones de los dos puntos más conflictivos de esta zona de la ciudad: el Polígono Norte y el asentamiento chabolista del Vacie. Los controles también se han ampliado a otras zonas de la ciudad, siempre buscando lugares más degradados en los que los delincuentes puedan sorprender a los taxistas y éstos no tengan opción de defenderse ni de pedir auxilio.

Con casi una decena de controles diarios, la Policía Nacional está reforzando visiblemente su presencia en las calles, tal y como pedían los taxistas de las dos asociaciones mayoritarias del sector, la Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad del Taxi. Este plan especial es una de las promesas formuladas por la Subdelegación del Gobierno a los conductores después de que éstos se quejaran de la inseguridad que padecían e incluso amenazaran con no salir de noche los fines de semana.

Los controles son de carácter selectivo. Esto significa que no hay un punto fijo en el que se instala un patrullero o un furgón de la Policía y para a cada taxi que ve pasar, sino que los policías detienen al taxi que ven cuando circulan por una determinada zona y les parece que el usuario que va en él puede resultar sospechoso. Los agentes identifican siempre al cliente, le piden el DNI y comprueban que no tiene antecedentes. Si el taxista lo solicita o el cliente sigue pareciendo sospechoso para los policías, éstos incluso pueden acompañar al taxi hasta que completa la carrera. Los controles se realizan casi siempre durante la tarde y la noche, franja horaria más conflictiva.

Esta iniciativa han sido muy aplaudida por los profesionales del sector del taxi. Los representantes de las distintas asociaciones de taxistas han confirmado a este periódico que se sienten "más respaldados" y que los controles selectivos son "el método de seguridad más eficaz". No obstante, desde la Asociación Solidaridad del Taxi, se ha insistido en la necesidad de impulsar de nuevo la instalación de una emisora única en los vehículos, algo que ya se intentó anteriormente sin éxito. Para la instalación de esta emisora se requiere una inversión económica del Ministerio de Innovación que subvenciona la medida con el respaldo de la Cámara de Comercio, el Ayuntamiento y la Junta.

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