Una mujer que se negó a salir de un parque infantil precintado y un bazar que abrió sus puertas como si fuera una jornada normal fueron este domingo los primeros denunciados en la provincia de Sevilla por incumplir la cuarentena decretada por el Gobierno debido al coronavirus.

La denuncia a la mujer se produjo sobre las 19:35 horas en la plaza Juan Sebastián Elcano de Utrera, donde la mujer se encontraba con una menor de edad dentro de las instalaciones, que se encontraban cerradas al público, según informó este domingo el Ayuntamiento de Utrera.

La señora se negó a salir de la zona de acceso restringido cuando los policías locales se lo pidieron. Al no cumplir las órdenes, los agentes municipales procedieron a denunciarla y remitieron la denuncia a la Subdelegación del Gobierno en Sevilla. Esta sanción derivó en un altercado, ya que la mujer comenzó a gritar a los agentes, lo que hizo que los vecinos que se encontraban en sus casas se asomaran a las ventanas alarmados por los gritos. 

La denunciada se enfrenta a multas muy elevadas, que van desde los 601 euros hasta los 30.000, en función de cómo sea valorada su conducta por la Subdelegación del Gobierno en Sevilla. La mujer puede ser sancionada por una infracción grave a la Ley de Seguridad Ciudadana, pero también por desobediencia o resistencia a los agentes de la autoridad. 

Procedemos al cierre de un establecimiento y a formular la correspondiente denuncia por incumplimiento a las normas emanadas del Estado de Alarma. pic.twitter.com/BLlcK4J6n2

— Emergencias Tomares (@EmergenciasT) March 15, 2020

El caso del bazar denunciado por abrir sus puertas sin respetar la cuarentena fue en Tomares. La Policía Local de este municipio procedió al cierre del establecimiento y elaboró una propuesta de sanción por incumplir el decreto del estado de alarma. 

En la capital, durante toda la mañana del domingo la Policía Nacional y Local estuvieron mandando a deportistas a su casa, sobre todo por el paseo junto al río Guadalquivir, por donde habían salido a correr y a circular en bicicleta numerosas personas.

A raíz de esto, la Policía Nacional decidió patrullar las calles utilizando la megafonía para informar a la población de que no podía estar libremente en la vía pública. Esto fue surtiendo efecto y al mediodía quedaban ya muy pocas personas en la calle.