El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, aseguró ayer que el proyecto del rascacielos que la entidad construirá en la Cartuja no va a sufrir cambios estructurales a pesar del informe negativo de Icomos, entidad asesora de la Unesco, aunque se ha mostrado abierto a incorporar algún cambio.

Pulido, quien ayer participó en la firma del convenio entre la Junta y 33 entidades para la financiación del Plan Concertado de Vivienda y Suelo, declaró a los periodistas que Cajasol respeta el informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) en la misma medida que respeta otros estudios favorables a la construcción de la torre, diseñada por el argentino Cesar Pelli. Según explicó, el arquitecto está "abierto" a acometer algún tipo de modificación, pero siempre, al igual que Cajasol, sobre cuestiones menores y que no afecten al espíritu del proyecto. En ningún caso, indicó Pulido, serán cambios que afecten a la altura, sino más bien modificaciones que ayuden a enriquecer el paisaje.

El presidente de Cajasol sostuvo que la torre "enriquece a Sevilla y le da una imagen de modernidad que, además, supondrá la creación de dos mil empleos diarios durante cuatro años, dos razones muy importantes para mantener el proyecto", matizó. Además, añadió que la entidad maneja otros informes que obtienen conclusiones más satisfactorias para la entidad y que aseguran que su construcción no afecta a la línea del cielo de la ciudad.

Por su parte, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, aseguró que "ya hablará" con el "jefe" del delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía en Sevilla, Bernardo Bueno, tras advertir éste al Consistorio hispalense de que Icomos, que emitirá un informe contrario a la Torre Cajasol, es una organización "lo suficientemente seria" como para que se tengan en cuenta sus recomendaciones".

A preguntas de los periodistas, Monteseirín repitió hasta en cuatro ocasiones que "ya hablará" con el "jefe" del delegado provincial de Cultura.