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batirse el cobre · Felipe Cecilia Franc

Un Quijote con formato de Sancho

  • Se vinculó a Cáritas hace más de 50 años, tiempos del Concilio Vaticano II Aficionado a la música clásica y al fútbol, coordina en su despacho del Tardón el trabajo de 80 contratados y 2.000 voluntarios.

ES un Quijote soñador con estatura de Sancho Panza. Su Ínsula Barataria está en la plaza de San Martín de Porres, en su despacho de Cáritas Sevilla, donde confluye el trabajo prometeico de las 80 personas contratadas, de los 2.000 voluntarios, de los 11.000 socios.

Felipe Cecilia (Osuna, 1941) acaba de desayunarse con las nuevas cifras de la Encuesta de Población Activa. Con la sangrante paradoja: a más paro, más trabajo. "Aquí estamos a disposición de los marginados, que cada día son más". Mucha es la mies y pocos los obreros. Este ursaonense que dedicó su vida laboral al Magisterio intenta revertir esa sentencia de la Biblia, uno de sus libros de cabecera. El otro es el Quijote, cuyo autor menciona Osuna en algunos episodios y uno de los personajes le atribuye hasta puerto de mar. "Cervantes debió conocer la zona cuando era recaudador de impuestos".

Su despacho es un termómetro de las ansiedades. "El desempleo es lo que desencadena el resto de problemas". Cáritas es uno de los organismos mejor valorados por la opinión pública, mucho mejor que la Iglesia católica. "Si no es a través y con la Iglesia, nosotros no seríamos Cáritas. Seríamos una ONG piadosa, como ha dicho el papa Francisco".

Nunca sintió la vocación del sacerdocio, la llamada del Señor que sí siguió la mayor de sus tres hijos, Ana María, religiosa en una congregación con sede en Roma, pero lleva en Cáritas "desde hace la friolera de 50 años, tiempos del Concilio Vaticano II". La vocación la canalizó por otros cauces. "Llegué a Cáritas por inquietudes religiosas. Siempre somos muy propensos a criticar la situación, pero algo tendremos que hacer de nuestra parte".

Octavo de los diez hijos de Ildefonso y Francisca, no encuentra "nada digno de destacar" en su infancia y adolescencia. La vida normal de un hombre extraordinario que asiste al tránsito de una sociedad de nuevos ricos a otra de nuevos pobres. "La receta está en la doctrina social de la Iglesia, en el equilibrio entre el capital y la remuneración de los trabajadores". Una sociedad donde crecen exponencialmente las necesidades y las personas cada vez se sienten menos necesarias. "A veces, en el afán de querer acapararlo todo, se pierden los valores". En 2012, todos las porcentajes se dispararon respecto a 2011 -alimentación y vestido, vivienda, servicios básicos, salud, siempre por encima de la media nacional- y tienen que responder con imaginación a la imaginación de la crisis. "Hemos puesto en marcha la iniciativa Entidades con Corazón. Hay empresas que llaman a nuestra puerta, sin necesidad de que vayamos a buscarlas".

Contó su testimonio y su traeyectoria en el libro Un violín sin cuerdas, la historia de quien se sentía muy feliz "creyendo que interpretaba a Mozart y no tenía cuerdas el violín". ¿A qué ha tenido que renunciar el presidente de Cáritas Sevilla? Aficionado a la música clásica y al fútbol -el clásico, probablemente-, este hombre normal, hijo de una agrociudad que tuvo Universidad, parada y fonda entre Málaga y Sevilla, dice que no es una cuestión de renuncia. "Nada te falta si tu vida está llena de coherencia".

Fue rey Gaspar en la Cabalgata de 2010 y descubrió que quien encarnaba al rey Melchor, el doctor Codes, se convirtió en su médico de cabecera. "Lo que más me impresionó fue la visita al hospital Macarena, las miradas de los niños y más aún de los padres". Quien se jubiló como maestro en el colegio Carmen Benítez, en San Roque, nunca se jubiló como rey mago: "Aquí lo tienes que ser todos los días del año". Lo ratifica con una sonrisa Mari Carmen Torres, su mano derecha. Esos niños que lo jaleaban en su noche más mágica constituyen la pieza más vulnerable, más frágil, de todo el entramado de Cáritas. "La familia es un colchón en esta época de crisis, pero hay situaciones prolongadas en el tiempo que acaban en rupturas familiares, en problemas familiares, como el abandono del cabeza de familia".

Por primera vez en 17 años ha disminuido la población en España. "Se ha notado el descenso de emigrantes en el número de acogidas". Las barriadas periféricas de la gran ciudad siguen siendo los principales yacimientos de pobreza y de atención. Pero un hombre curtido en los ideales del Concilio Vaticano II no puede pensar que el Tercer Mundo es algo ajeno. "El mensaje de Jesús es universal, no podemos discriminar a ningún ser humano".

Este Quijote está rodeado de laboriosas Dulcineas en este despacho del barrio del Tardón. Es un privilegio compartir una mañana con quien ha hecho del verbo compartir el eje de su vida.

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