Sevilla

Los Remedios y la Alfalfa dejarán de tener zonas saturadas de ruido

  • El Ayuntamiento prevé permitir nuevos bares y restaurantes en el entorno de Virgen de la Cinta y diversas calles del centro histórico al considerar que los niveles sonoros se han reducido a parámetros aceptables

El Ayuntamiento de Sevilla ha comenzado a trabajar ya en la renovación de ocho de los trece espacios de la ciudad que actualmente están calificados como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) y en las que, tal como manda la ordenanza, está prohibida la apertura de nuevos bares y restaurantes. Estas ocho zonas cumplen en el nuevo 2008 los tres años de vigencia que marca también la ordenanza y la Delegación de Medio Ambiente ha iniciado los estudios necesarios para la prórroga de esta declaración o su levantamiento definitivo, aunque ya tiene relativamente claras algunas conclusiones.

La más importante de ellas es que las primeras valoraciones de los técnicos coinciden en que las ZAS del entorno de las calles Virgen de la Cinta y Ramón de Carranza, en Los Remedios, y de la Alfalfa, han reducido considerablemente sus niveles de ruido, por lo que resulta más que probable que el resultado final de los estudios que comenzarán de manera inmediata sea la eliminación definitiva de esta declaración que impide abrir nuevos establecimientos hosteleros. En el primer caso de Los Remedios, "los técnicos están prácticamente seguros de que no se renovará porque ya apenas existen bares de copas en esa zona y, por tanto, los problemas de ruidos ya no son importantes", explicó la delegada de Medio Ambiente, Encarnación Martínez.

El caso de la ZAS de la Alfalfa es algo más complicado de predecir, puesto que la zona es mucho más extensa -cubre una buena parte del centro histórico- y, por tanto, puede tener situaciones diversas. En este sentido, la delegado mostró su confianza en que tras los estudios técnicos pertinentes "se pueda levantar de manera parcial en algunas calles concretas donde se detecte que los niveles de ruido han bajado, como es el caso de la misma plaza de la Alfalfa". Por ello, Encarnación Martínez anunció que habrá que estudiar "la forma en la que se aplica la norma a algunas concretas y se elimina en otras donde ya no existen problemas".

Un caso radicalmente distinto ocurre en la ZAS de la calle Betis, cuya declaración expiró oficialmente en agosto de este año, pero donde el Ayuntamiento ha mantenido la suspensión para bares y restaurantes porque comenzó de inmediata los estudios para establecer los niveles de ruido de la zona, y esto implica que se mantiene la prohibición hasta que se produzca la resolución pertinente. Al contrario de lo que ocurre con el entorno de Virgen de la Cinta y la Alfalfa, la delegada de Medio Ambiente cree que el resultado de los sonómetros determinará la renovación de la ZAS, puesto que los niveles de concentraciones de jóvenes siguen siendo muy elevados en este espacio.

Al margen de estos tres puntos de la ciudad donde Medio Ambiente ya trabaja para establecer la afección del ruido sobre los vecinos, los técnicos de la Delegación tienen una apretada agenda en este año, puesto que existen otras cinco zonas donde también expira su declaración como ZAS: la plaza de la Gavidia -para la que se aprobó el comienzo de los trabajos en la última junta de gobierno-, la zona de la Enramadilla y Viapol, Reina Mercedes, entorno de Juan Sebastián Elcano y Montecarmelo, y Arenal, donde también es probable que se modifique la declaración, dado que ya apenas existen concentraciones juveniles tras tres años en los que no sólo no se han permitido nuevos establecimientos hosteleros, sino que incluso muchos han cerrado por la falta de actividad.

Esta apretada agenda de renovaciones de ZAS ha provocado también un aplazamiento en la intención del Consistorio hispalense de iniciar los estudios para incorporar la Alameda de Hércules como Zona Acústicamente Saturada. Este proyecto ya se anunció en el anterior mandato por el entonces delegado de Medio Ambiente, Rafael Pineda, pero su sucesora mantiene que "hemos priorizado la renovación de las declaraciones que expiran este año antes de ponernos a trabajar en un nuevo espacio". Esto supone que no existe un plazo fijo para iniciar cualquier estudio sobre los niveles de ruido de este punto en el que se han multiplicado las botellonas en los últimos meses. "También queremos ver el efecto de los trabajos de peatonalización, que reducirán considerablemente el ruido de los coches", explicó la concejal. En cualquier caso, Encarnación Martínez negó que este retraso se deba a algún tipo de exigencia de IU para mantener la Alameda fuera del control de la movida: "El propio Antonio Rodrigo Torrijos -el portavoz- me pidió que impulsara la ZAS".

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