Por rogativas, para implorar favores, para dar gracias o por alguna conmemoración. Con o sin el palio de tumbilla. Por el recorrido tradicional alrededor de las gradas bajas de la Catedral, o por itinerarios que la han llevado a descubrir nuevos escenarios de la ciudad. La Virgen de los Reyes es una de la imágenes que ha protagonizado más salidas extraordinarias a lo largo de su dilatada historia, sino la que más. Hasta 86 procesiones recopiló una de las personas que más ha escrito sobre la patrona de Sevilla, como es Juan Carrero, en el libro que le dedicó hace unos años. Sólo en el siglo XX fueron 23 las veces que la Virgen recorrió las calles de la ciudad en una fecha distinta al Día de la Asunción.

La primera de estas procesiones tuvo lugar -como relata Juan Carrero- el mismo día en que San Fernando reconquistó Sevilla: el 22 de diciembre de 1248. La Virgen, sobre unas parihuelas, formó parte de la comitiva que entró en la ciudad. Más de dos siglos después, el 29 de enero de 1492, la Virgen de los Reyes recorrió las calles de la ciudad en acción de gracias por la reconquista de Granada. En aquella ocasión hizo estación en el templo de Santiago de la Espada, hoy Mercedarias de la Asunción de la calle San Vicente. Durante los siglos XVI y XVII son innumerables las salidas que tienen lugar por hambrunas, sequías o epidemias, como la ocurrida el 13 de abril de 1649 por la peste que asoló la ciudad.

Las distintas salidas se han producido a instancias del prelado -como es el caso de la mañana-, o por petición de alguno de los dos cabildos (eclesiástico y civil), como ocurrió en el año 1532. El 30 de noviembre, festividad de San Andrés, se hizo una procesión de rogativas con estación en la trianera iglesia de Santa Ana. Hasta allí fue la Virgen de los Reyes acompañada por representaciones de todas las cofradías de la ciudad.

En el siglo XX tuvieron lugar hasta 23 procesiones extraordinarias con la patrona. La primera de ellas fue tras la coronación de la Virgen en 1904. En mayo de 1929, con motivo del Congreso Mariano Iberoamericano, se organizó una procesión con diversas imágenes en la que no faltó la Virgen de los Reyes. El 24 de noviembre de 1946, con motivo de la proclamación del patronazgo, tuvo lugar un procesión en la que participaron varias imágenes dolorosas y letíficas. La Virgen de los Reyes cerró una comitiva que llegó hasta la Plaza Nueva. Algo parecido aconteció en 1950 por la proclamación del Dogma de la Asunción. En la memoria de muchos permanece la salida realizada en 1993 con motivo de la pertinaz sequía.

La procesión de este sábado ha sido organizada por expreso deseo del arzobispo, monseñor Asenjo, que quería que la Patrona de Sevilla y su Archidiócesis formara parte de un gran acto piadoso que diera realce en la ciudad al Año de la Fe. Será la segunda salida extraordinaria de la Virgen de los Reyes en el siglo XXI.