Camilo Olivares

Roma y Londres en Los Remedios

  • Lo nombró prelado Juan Pablo II, trató a Pío XII y en su belén de Virgen de la Antigua están la mula y el buey que "no niega, sino reafirma" Benedicto XVI.

Antonia, su asistenta, de Las Cabezas de San Juan, le ayuda a colocar el impresionante belén que genera un vaivén de visitas de amigos, parientes y vecinos. La portera de este inmueble de Virgen de la Antigua le cuida los peces que forman parte del Nacimiento. Éste es un paseo de interiores con un sevillano que nació en Madrid (1926) y al que bautizaron en Lhardy, junto a la Puerta del Sol. Se apellida Olivares y ha sido párroco de medio Aljarafe: Valencina de la Concepción, Castilleja de Guzmán y Salteras. En este último pueblo, Emilia, su madre, le mostraba a los niños las figuras del Belén "y les mostraba los contrastes entre los pastores y Herodes".

Obsequia a los visitantes con una copa de manzanilla muy fina, de Sanlúcar, y taquitos de queso. No quiere hablar de él, sino de su belén. Una filigrana de figuras que le remite al topónimo con mayúsculas. "Estuve en Belén precisamente una Navidad. Me invitó Lola León y como su hijo era cónsul general de España lo vivimos en un lugar privilegiado con el cuerpo diplomático. Estaba la intifada dando guerra, pero ese día parecía todo controlado. Al llegar a la basílica, Lola y su nuera se bajaron del coche con una mantilla española y yo con el clásico manteo de nuestra tierra y alguien que nos vio gritó Viva España".

San Lorenzo y Los Remedios son sus dos rincones sevillanos por excelencia. Lleva casi cuarenta años de director espiritual del Gran Poder, de la que es hermano desde hace más de ochenta años. "Vamos a hablar de cosas artísticas, históricas, teológicas, y no del Metro...", dice cuando su interlocutor le comenta la huelga del ferrocarril metropolitano en la capital de España, la ciudad donde ejerce como director espiritual de la asociación Virgen de los Reyes con sede en la colegiata de San Isidro.

"Le hemos hecho un homenaje a un sevillano que ha cumplido en Madrid 95 años, Antonio de León y Arias de Saavedra, marqués del Moscoso, hermano de Rafael de León, el famoso poeta y compositor de canciones". Se van unas amigas, llega Joselito, su hermano, con su cuñada. El belén es cita obligada a poca distancia del real de la Feria. El belén es un compendio de estilos y procedencias. "El misterio es de Enrique Orce, el pintor y artista de la plaza de España de la Exposición del 29, de la que yo recuerdo el trenecito". Bromea con la pintura del coche Studebaker de Orce en Tetuán. "Los sevillanos decían que sólo tenía un defecto, que iba contramano".

Los angelitos que rodean el portal son granadinos; hay figuras de Tierra Santa, de Roma y hasta de Londres, donde adquirió un negrito inquilino del palacio de Herodes. "Los Reyes Magos son de la época de mis padres, aunque les he añadido tres camellos y un elefante cargados de regalos que le hacen mucha ilusión a los niños".

Es un belén con la mula y el buey. Monseñor Camilo Olivares, que se ordenó sacerdote siendo Papa Pío XII, a quien conoció en el Vaticano y en Castelgandolfo -"ningún otro sacerdote se atrevió a dirigirle unas palabras y por mi atrevimiento me regaló un rosario"-, a quien Juan Pablo II nombró prelado de honor, pontífice al que saludó en sus dos visitas a Sevilla y varias veces en Roma, sigue al pie de la letra las recomendaciones pastorales y pastoriles de Benedicto XVI sobre el belén.

"Lo que el Papa dice es que hay una laguna en el relato y que el pesebre supone establo y el establo supone animales", dice en defensa del buey y el jumento. "Hay cosas que ocurrieron en vida de Jesús y no están escritas. La tradición de llamarles Reyes Magos se debe a una profecía de Isaías donde dice que lo adorarían los Reyes de Tharsis y de Arabia. No se sabe si el profeta se refería a la región de Tartesos, pero en época del Nacimiento la raza dominante era la celtibérica y entonces era una provincia romana. Pero de ahí a decir, como dicen algunos, que los Reyes Magos eran béticos..." Más de Trajano que de Argantonio. En asuntos de fútbol, don Camilo, llamado como su padre y un tío-abuelo, es agnóstico.

Anoche miles de hogares de Sevilla recibieron la visita de los Reyes Magos. Los de su belén le retrotraen a una vivencia especial. "Un día me llamaron para asistir a un enfermo de una familia poco practicante, hombre de mediana edad ya moribundo que me dijo que me llamaba porque nunca había olvidado lo que siendo niño le dijo mi madre sobre los pastores y Herodes y quería morirse en paz sin parecerse a Herodes".

Suena el timbre de su casa. Son las hermanas María Julia y Gloria Luengo Carnero, nacidas en Sevilla en 1929 y 1933 respectivamente. Vivieron en el Patio Banderas, en una casa de su abuela donde estuvo de inquilina Soledad Becerril, y en la calle Betis. Hijas de un militar que estuvo en el desastre de Annual, viven en Madrid desde 1949, pero en Navidad es obligada la visita a su doble paisano. "En Madrid lo tratamos en la hermandad Virgen de los Reyes". El anfitrión les dice: "Señoras, insisto, manzanilla, vino dulce o vino blanco". Nació bajo esta Virgen con Niño de escuela italiana que preside el salón de la casa.

Sesenta y dos años de sacerdocio, fotos con el rey Juan Carlos I y con su padre, don Juan, memoria viva de la archidiócesis, mañana empezará a desmontar el belén, amasijo de culturas y tendencias que se aprecia como un todo armónico del cura octogenario que nació junto a la puerta del Sol y fue niño en Sevilla y Salteras.

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