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El SAS refuerza la atención a 1.219 sevillanos ante las altas temperaturas

  • Salud activa por segunda vez el nivel amarillo de la alerta sanitaria por el calor, al estar previsto que hoy se superen los 40 grados · Deshidratación y tensión baja son problemas habituales en la población de riesgo

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) intensificará durante este fin de semana la asistencia a 1.219 personas que presentan un especial riesgo de sufrir complicaciones en su salud ante el aumento previsto de las temperaturas. Hoy, precisamente, los termómetros pueden alcanzar los 41 grados de máxima durante el día y los 24 grados de mínima durante la noche, el umbral a partir del cual comienzan los problemas para conciliar el sueño con normalidad.

Ante estas previsiones meteorológicas, hoy sábado se mantendrá el nivel amarillo de la alerta sanitaria que marca el Plan de Prevención de Altas Temperaturas. La Consejería de Salud pone en marcha este dispositivo preventivo cada verano, hasta finales de septiembre, para evitar problemas graves en la población más vulnerable: personas mayores de 65 años, algunas de las cuales viven solas en domicilios que no están adaptados para afrontar el calor, enfermos que sufren varias patologías y que están sometidos a una medicación de riesgo; y niños menores de cuatro años con problemas de salud.

Ésta es la segunda vez que se activa la alerta sanitaria por el calor. Cuando se hace, al superarse el umbral de 40 grados durante el día y los 25 grados durante las noches, el SAS intensifica los consejos sanitarios, además de mantener el control y seguimiento de estas personas consideradas como población de riesgo. Un equipo integrado por 75 enfermeras gestoras de casos en Sevilla y su provincia está dedicado a atender a la población más vulnerable por el calor cada vez que se activa la alerta.

Deshidratación e hipotensión (tensión baja) son los problemas más habituales que suelen acarrear las altas temperaturas. El golpe de calor es una de las patologías que reviste mayor gravedad y se produce cuando el organismo no puede controlar ni regular la temperatura, que aumenta muy deprisa. Los síntomas son piel caliente, roja y seca, náuseas, obnubilación, somnolencia y/o agresividad, pérdida de conciencia y convulsiones.

Las enfermeras gestoras de casos trabajan de enlace entre los enfermos y los distintos dispositivos sanitarios y sociales. Además de esta atención, "las personas con una salud frágil reciben teleasistencia a través de Salud Responde, que también intensifica su actividad durante el verano, así como la atención domiciliaria de los enfermeros de familia y cuidadores", explica Victoria Rodríguez, enfermera gestora de casos en el centro de salud del Pumarejo. Este ambulatorio, que atiende a zonas con un elevado envejecimiento -la edad media de la población frágil es de 80 años- tiene registrados a 1.200 pacientes dependientes, de los cuales 123 son vulnerables al calor. Victoria Ramírez explica que su labor, entre otras funciones, es "garantizar una atención personalizada y coordinar todos los dispositivos para estos pacientes". Cada enfermero de Atención Primaria se encarga de una media de 80 enfermos a los que suele visitar a domicilio periódicamente y cada día son alrededor de 7 u 8 visitas. Con una amplia experiencia como enfermera, Victoria, incide en que cada vez hay más personas mayores, que viven solas y que requieren cuidados. "Las familias antes se encargaban, pero ahora desde que los abuelos dejan de poder ejercer como tales, en cada vez más casos, se quedan solos", lamenta.

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