El Ayuntamiento de Sevilla reanudará hoy mismo el proceso de sustitución de las catenarias del Metrocentro en el tramo desde la Avenida de la Constitución hasta la Plaza Nueva por las farolas fernandinas que a partir de ahora sostendrán los cables y mecanismos necesarios para el funcionamiento del tranvía y que ya comenzó antes de la Semana Santa aprovechando la retirada de los postes para la instalar las sillas de la carrera oficial. De esta forma, el Consistorio insiste en los plazos que se marcó para que vuelva a funcionar el tranvía en todo su recorrido, hecho que debe ocurrir el lunes después de Feria, según confirmó ayer el gerente de Tussam, Carlos Arizaga.

Las farolas fernandinas que ya se están instalando en este tramo del Metrocentro son más altas y más fuertes para poder sostener el peso del cableado del tranvía, aunque en algunos casos se ha optado por enganchar directamente el cable a las fachadas de edificios. Por el momento, Carlos Arizaga confirmó que se han utilizado tres de este tipo de enganches en la curva que hacen las vías a la entrada de la Plaza Nueva: uno de ellos en la zona menos antigua del edificio del Ayuntamiento (la parte de la fachada que da a la Plaza Nueva) y dos más en la fachada del Banco de España. El objetivo de esta medida es "aligerar en esa zona de la curva la gran cantidad de catenarias y cables que había anteriormente".

Carlos Arizaga explicó que el tramo en el que se va a proceder a esta sustitución está formado por unas 40 catenarias, de las que ya se han sustituido una quincena en los días previos a la Semana Santa. Estas nuevas farolas están situadas en su mayoría en el lado contrario a la fachada de la Catedral en el tramo entre la Plaza Nueva y la puerta de San Miguel y su cambio se ha realizado de forma alterna. En los próximos días se iniciará la sustitución de las actuales farolas por las nuevas en el lado contrario, aunque en la fachada del templo catedralicio -donde no hay farolas-, Carlos Arizaga explicó que se utilizará la cimentación de los postes de catenarias que estaban ubicados en la zona antes de la Semana Santa. De esta forma, no será necesaria la realización de nuevas obras en este tramo especialmente delicado por su cercanía al templo más importante de la ciudad.