Un grupo de expertos de la Unesco se desplazará a Sevilla para estudiar sobre el terreno el impacto que la Torre Cajasol puede tener sobre el paisaje tradicional de la ciudad y el conjunto formado por el Archivo de Indias, Real Alcázar y Catedral, declarado Patrimonio Mundial. Así trascendió ayer durante la inauguración de la 33 sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra en el Palacio de Congreso y Exposiciones (Fibes) hasta el próximo día 30 y donde se analizarán las 37 nuevas propuestas para formar parte de la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial.

De la comisión, cuya denominación en la terminología de la Unesco es "misión reactiva", también formarán parte miembros del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) la organización que asesora al órgano de la ONU en cuestiones de patrimonio histórico y que, hasta la fecha, ha liderado la oposición a este proyecto de construir un rascacielos de 178 metros en el extremo sur de la Isla de la Cartuja para acoger los servicios centrales de Cajasol, un inmueble de 40 plantas diseñado por el arquitecto argentino César Pelli.

Paralela a esta comisión de la Unesco, el Gobierno de España ha formado otra comisión en colaboración con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla que también se encargará de evaluar el impacto de la Torre Cajasol. Según aseguró ayer el director general de Bellas Artes y Patrimonio, José Jiménez, esta comisión española estará presidida por el catedrático de Teoría e Historia de la Restauración de la Universidad de Alcalá de Henares Javier Rivera, que contará con la colaboración del catedrático de Arquitectura de la Hispalense, Carlos García Vázquez; y su homólogo en la Universidad de Madrid, Juan Miguel Hernández de León. Por parte de la Junta de Andalucía estará presente el profesor de Arquitectura de la Hispalense Pablo Liáñez; y por la del Ayuntamiento el ex consejero de la Junta Jaime Montaner.

José Jiménez admitió que el Ministerio de Cultura propuso a la Unesco que participase en esta comisión pero "después de decir que la iniciativa era muy positiva y que estudiarían su participación decidieron finalmente rehusar la invitación".

Una de las incógnitas que existía sobre la reunión en Sevilla del Comité de Patrimonio Mundial era, precisamente, si se iba a tratar o no el tema de la Torre Cajasol y sus posibles daños al patrimonio histórico sevillano. Al final, la cuestión ha quedado en un término medio. El director general de la Unesco, Koïchiro Matsuura, aseguró que "estamos al corriente de la situación y podemos barajar este asunto". Sin embargo, aseguró que en total se presentan 177 informes sobre proyectos que amenazan al patrimonio, uno de ellos el de Sevilla, de los que sólo 88 son los "más urgentes", es decir, los que se abordarán en profundidad durante esta reunión (entre estos últimos no está la torre Pelli). Matsuura indicó que será el año próximo, una vez termine su labor la misión reactiva de la Unesco sobre la Torre Cajasol, cuando se hable con detenimiento del rascacielos.

Por su parte, la presidenta del Comité de Patrimonio Mundial, la ex ministra socialista María Jesús San Segundo, también mostró la intención de aplazar hasta el año que viene el estudio en detalle del problema.

Al acto de inauguración de ayer acudieron las principales autoridades culturales de Andalucía y España. Además de Matsuura estuvieron presentes el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán; la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; la consejera de Cultura, Rosa Torres; y la delegada de Cultura, Maribel Montaño.

Durante algo más de una semana, unas 1.000 personas debatirán en maratonianas jornadas a puertas cerradas tanto las 37 candidaturas a Patrimonio Mundial como los 177 informes de patrimonio amenazado. De España concurren dos candidaturas, la Torre de Hércules de la Coruña y el binomio mercurio-plata en el Camino Internacional Almadén, Idrija y San Luis de Potosí.

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