La Gerencia de Urbanismo ha iniciado el expediente para resolver el contrato con la constructora encargada de la restauración de la casa abandonada en el número 12 del Patio de Banderas de unas obras que deberían haber comenzado en la última semana de enero después de que una Inspección Técnica de Edificios (ITE) realizada hace ahora más de 15 años revelase que el inmueble propiedad de Patrimonio del Estado no reúne las condiciones adecuadas de seguridad, salubridad y ornato público. La causa de esta decisión radica en el incumplimiento de los plazos de obra por parte del contratista –la empresa Grucal Infraestructuras S. A.– tras constatarse la inejecución de trabajo alguno desde mediados de enero de este año.

“Desde la última semana de enero de 2019, la empresa constructora adjudicataria de las obras no ha ejecutado trabajo alguno en el presente mes de marzo, por lo que la certificación ordinaria también se ha cursado a cero. Esta circunstancia ratifica y amplia el incumplimiento de la programación de obras, a pesar de que por esta dirección facultativa se comunicó a la adjudicataria a retomar de forma inmediata los trabajos, no habiendo tenido respuesta alguna sobre el reinicio de las obras adjudicadas”, reza en un informe de la Gerencia.

En otro expediente realizado tres días más tarde (el pasado 5 de abril), los técnicos de Urbanismo ordenaron a la constructora realizar varias medidas de seguridad ante la proximidad de la Semana Santa. En el proyecto redactado por el servicio de conservación de la edificación y paisaje urbano para mantener las condiciones requeridas de habitabilidad del inmueble se detalla que los muros de carga están afectados por humedades de capilaridad en la planta baja. Las fábricas de ladrillo presentan también marcas de humedades a través de los huecos de las ventanas. La zona de muro del baño (situado junto al patio de la segunda planta) muestran importantes humedades y disgregaciones. En el muro de la escalera principal se aprecian fisuras y grietas de separación del paño de muralla. Esta patología afecta a la estructura vertical de esta zona.

El plazo para la ejecución de las obras era de diez meses, y contaba con un presupuesto de 180.588 euros (IVA incluido). La parcela está ocupada por un edificio trapezoidal de cuatro plantas adosado a la muralla del Real Alcázar en su parte posterior, e incorporando una de las torres de esa muralla y colinda con dos edificios a ambos lados. La edificación es de uso residencial, de tipología unifamiliar entre medianeras, encontrándose actualmente desocupada.