DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

libro

Del Valle: ni nihilista ni hedonista; estoico

  • El Ayuntamiento acoge un homenaje a la figura de Manuel del Valle, un alcalde "brillante, sensato e inconformista" con proyectos transformaron la ciudad

El Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla acogió ayer la presentación del libro Cita con Manuel del Valle, un homenaje al que fuera alcalde de la capital, un hombre "brillante, sensato e inconformista que transformó la ciudad" y cuyos últimos proyectos planteados como alcaide del Real Alcázar seguirán desarrollándose tras su muerte, de la que ahora se cumple un año.

El alcalde, Juan Espadas, destacó la figura del "hombre tranquilo que transformó Sevilla, con su talante y sensatez", pero cuya despedida no pudo estar "a la altura de lo que merecía" como consecuencia de las limitaciones marcadas para evitar la propagación del Covid-19. "Del Valle transformó Sevilla pero también a todo aquel que pudo compartir con él vivencias", recalcó el regidor, tras añadir que se llevarán a cabo iniciativas que dejó planteadas antes de su muerte, como el ciclo de conferencias en el Alcázar contando la historia de la ciudad a través de este inmueble Patrimonio de la Humanidad.

El libro recoge testimonios de medio centenar de personas de distintos ámbitos, con sus recuerdos y experiencias, para realizar un perfil de Del Valle, abordar su influencia en la ciudad, el alcance de su figura política y su forma de ser. Fue "un hombre honesto, tranquilo, sensato y, sobre todo, muy coherente". En el volumen colaboran Alfonso Guerra, José Rodríguez de la Borbolla, Paco Moreno, Nani Carvajal, Bernardo Bueno, José María Ferrer, Fernando Villamil, Guillerno Gutiérrez, Alfredo Sánchez Monteseirín, Soledad Becerril, Paco Correal, Antonio Burgos, Carlos Amigo Vallejo, Juan Ignacio Zoido, Enriqueta Vila, Amparo Rubiales o Salomón Hachuel, entre otros.

Guerra destacó la figura de quien "todos elogian" a través de estas 44 aportaciones en el libro de "amigos del colegio, de la política, del periodismo, de la iglesia, del teatro", entre otros, quienes "le nombran con la contención de quien intelectualmente no acepta las alabanzas hagiográficas pero se les nota la piel erizada de emociones cuando escriben". "Era práctico pero también soñador. Con su estoicismo, dedicación y capacidad de sacrificio puede enseñar a otros el camino porque estamos tan desorientados que creemos que gozar de la vida es ir de compras. En este trance histórico entre el nihilismo y el hedonismo, Del Valle es un ejemplo", aseguró el ex vicepresidente del Gobierno.

Guerra recopiló los calificativos a Del Valle en la publicación, destacando su carácter "sensato, sereno, serio, pasional, amistoso, humano, callado, tolerante, respetuoso, inconformista, hábil, inteligente, culto, tenaz, guasón, pacificador, crítico, astuto, curioso, comprometido, bueno, honesto, conciliador, irónico, dialogante, demócrata, honrado, fiable, lúcido, eficaz, responsable y brillante. "Tenía una gran firmeza contra la hipocresía, que no soportaba, y sabía decir que no sin mover un músculo".

Para Guerra, con Del Valle al frente del Ayuntamiento, Sevilla experimentó un transformación "trascendente" y "triunfó con la Exposición Universal, con el derrumbe del muro que ocultaba el gran río, y todo ello sin ruido".

Cerró el acto Manuel del Valle, hijo del ex alcalde, quien mostró su agradecimiento en nombre de toda la familia a todos quienes han participado en los actos por su progenitor, quien "siempre decía que era una de sus cualidades, aunque no era dado de hablar de ello, era organizador de equipos". Recuerda que en junio de 1983 tomó posesión como alcalde en su primera legislatura en el mismo Salón Colón y agradeció especialmente a Espadas su impulso al homenaje y el hecho de que le hiciera a Del Valle "su último regalo" como alcaide del Alcázar.

Destacó las muestras de afecto recibidas en un momento en el que "las despedidas a nuestros seres queridos no se pueden hacer como se quiere ante una situación de pandemia en la que aún no se ve la punta del iceberg. Mi padre era una persona sencilla, seria, con sentido de trabajo y responsabilidad, conciliadora y con dotes de integración. Estaría muy orgulloso y agradecido de una ciudad a la que quería a su manera", recalcó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios