"Una ubicación excepcional para explorar la ciudad a pie". Los foros y las páginas web especializadas en furgonetas, caravanas y auto-caravanas están repletas de comentarios y reseñas como esa. El aparcamiento Puente de los Remedios, situado entre el puente que le da nombre y las instalaciones deportivas del Círculo Mercantil, se ha convertido desde hace aproximadamente dos años en una opción muy utilizada por este sector turístico.

Su localización, a pocos minutos de la Plaza de España y el centro de la ciudad, ha sido clave para su promoción. El número de casas rodantes, casi una veintena hoy, se duplica cuando llega el fin de semana. La tarifa, diez euros diarios, también es un aliciente para los recién llegados a Sevilla. Por contra, esas mismas páginas de internet reflejan sus defectos: "sería un lugar perfecto si tuviera inodoros y un lugar donde vaciar y llenar depósitos de aguas negras" o "cuando hay cruceros atracados, se escucha el ruido de los motores por la noche". Aunque lo pueda parecer, este parking no es un camping. Las caravanas comparten diariamente espacio con cientos de vehículos particulares que siguen usando esta zona para aparcar como hacían cuando era de uso público y no estaba vallado.

Este fenómeno, sin embargo, tiene los días contados. El Ayuntamiento y el Puerto de Sevilla ya han anunciado su propósito de convertir este aparcamiento, que hace una década era un descampado usado por jóvenes para hacer botellón, en una zona verde que conecte por debajo del puente con la fábrica de Altadis. No obstante, también contemplan incluir un aparcamiento subterráneo, el cual poco tendría que ver con el actual y probablemente impediría el trasiego de caravanas que ahora se produce.