Un aficionado del Glasgow Rangers permaneció en paradero desconocido durante 36 horas, cuando había viajado con su hermano a ver la final de la Europa League que enfrentó a su equipo contra el Eintracht de Fráncfort. La noche después del encuentro, ambos se separaron un momento, pues el protagonista de esta historia, Gordon Smith, de 42 años, fue un momento al baño.
Lo que pasó después no se sabe, pues su hermano Craig fue incapaz de volver a reunirse con Gordon y se teme que le robaran las pertenencias, según publicaron varios periódicos escoceses. La familia hizo un llamamiento para localizar a Gordon Smith, que permaneció ilocalizable y sin responder a su teléfono móvil durante toda la jornada del jueves.
Finalmente, este viernes, una portavoz familiar ha anunciado que consiguió contactar con su hermano sobre las once de la mañana y que este se encuentra sano y salvo.
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