El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, defendió ayer que el desarrollo del artículo 4 del Estatuto andaluz, que reconoce la capitalidad de Sevilla, "se haga con el mayor consenso político y territorial" de toda Andalucía. "Es un orgullo, pero también una gran responsabilidad", aseguró ayer el primer edil hispalense en el acto de inauguración de la VII Asamblea General de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP).

"Andalucía debe usar a Sevilla lo más posible, porque nuestro compromiso es ejercer la capitalidad como vosotros digáis", recalcó Monteseirín ante el plenario de la FAMP. El alcalde de Sevilla aseguró que tanto la capitalidad como el reconocimiento de Sevilla como sede del Parlamento, la Presidencia de la Junta y de su Consejo de Gobierno no debe entenderse "como un privilegio, sino como una responsabilidad que nos obliga a ser generosos con todos, a servir mucho y bien al resto de Andalucía". El primer edil hispalense insistió además en el deseo de contar con "el consenso" de todos los partidos, "pero también con el aval de todos los territorios de Andalucía" en el desarrollo estatutario de la capitalidad, al resaltar que Sevilla quiere ejercerla como "lugar de encuentro" y "de la manera más grata y más al gusto de los andaluces".

Uno de los objetivos de Sevilla es "promover la cohesión y el equilibrio territorial" de la comunidad, aseguró Monteseirín, quien destacó el nuevo papel de los municipios en el crecimiento urbano. "El territorio es un recurso escaso, que es preciso administrar con prudencia y en beneficio del bien común", aseguró. Al hilo de esta precisión, el alcalde explicó: "Los municipios no debemos vernos como sufridores de limitaciones al desarrollo urbano impuestas por otras administraciones".

Monteseirín aseguró además que Sevilla apuesta ya por la sostenibilidad y por "someter todas las decisiones al interés general, tanto de los actuales habitantes como de los futuros". El alcalde de Sevilla precisó que, para conseguir este fin, es necesario "trabajar en red y no con acciones aisladas", lo que le llevó a ponderar el papel de la FAMP. Para el dirigente socialista, los municipios andaluces deben convertirse en "adalides de ese nuevo modelo de desarrollo urbano", que ha definido como "sostenible, social, razonable, que promueve el crecimiento y la prosperidad y que quiere contar con el apoyo y la participación de la ciudadanía".

En el mismo acto, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, que rememoró los logros del municipalismo desde 1979, reivindicó la necesidad de un "inmediato reequilibrio de la financiación local" para seguir "luchando contra las desigualdades territoriales".