Urbanismo

Unos almacenes comerciales de O´Donnell serán convertidos en apartamentos

  • El edificio del número 21 será reformado para acoger diez pisos y tres locales gracias a una inversión de 1,2 millones de euros

El edificio del número 21  de O´Donnell

El edificio del número 21 de O´Donnell / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

En el corazón del centro comercial, en una de las calles más cotizadas de la ciudad y con una interesante solución arquitectónica para respetar la idea original del edificio. La calle O’Donnell tendrá diez nuevas viviendas en un bloque dedicado hasta ahora a almacenes comerciales. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento maneja ya el proyecto de los arquitectos Tomás García y Antonio Haro realizado para la entidad Calem, S.A. Se trata de la rehabilitación y reforma integral del edificio situado en el número 21, donde irán diez apartamentos y tres locales comerciales (uno hacia O´Donnell y dos hacia la calle José de Velilla). En este inmueble funcionó hasta su cierre la tienda de diseño y mobiliario La Oca. En la actualidad está sin uso.

La ubicación del edificio. La ubicación del edificio.

La ubicación del edificio. / Dpto. Infografía

Los apartamentos serán de uno y dos dormitorios. El edificio data del año 1948. Conserva todos sus valores como almacenes comerciales que, si bien no están protegidos en el plan especial del conjunto histórico de la ciudad, la promotora considera que su protección es de interés.

El proyecto recoge que se han consultado los fondos de la Fundación para la Investigación y Difusión de la Arquitectura en Sevilla (Fidas), por lo que se considera que el edificio es un modelo de “patrimonio moderno” con un esquema original que merece un “gran respeto”.

La reforma del edificio de O'Donnell 21. La reforma del edificio de O'Donnell 21.

La reforma del edificio de O'Donnell 21. / Dpto. Infografía

El inmueble se estructura básicamente mediante crujías paralelas a la calle O´Donnell con una solución estructural ingeniosa y sofisticada derivada del uso anterior como comercio, compuesta por grandes pilares metálicos dispuestos en medianera y vigas metálicas de gran canto, que permiten mantener diáfano el espacio en todas sus plantas. Las catas abiertas en falsos techos y tabiquería perimetral con objeto de este proyecto, evocan la imagen de un edificio industrial, caracterizado por una extraordinaria estructura ejecutada a base de elementos metálicos conformados en un taller.

El efecto del 'loft' rehabilitado

Por estos motivos, el proyecto plantea la conservación en su mayor parte de la estructura y composición interna del edificio original. Los espacios comunes, escalera, galería y nuevo patio interior se manejan con materiales de la época como bloques de vidrio, cerámica, madera y hierro, para respetar así la ideología formal del diseño de este tipo de edificaciones industriales. En los apartamentos, el diseño propuesto propicia una cierta flexibilidad, con estancias y muebles que no agotan la altura libre interior, para enfatizar la idea de loft rehabilitado. Los áticos y zonas abiertas intermedias se organizan de acuerdo a criterios de respeto por el antiguo edificio y el medio ambiente.

El PGOU de Sevilla establece que el número máximo de plantas de la parcela será de planta baja, dos plantas y ático. La planta baja será de uso comercial, con destino a tres locales comerciales, uno de mayor dimensión con acceso y fachada hacia O’Donnell y dos más hacia la calle José de Velilla. En la primera planta irán cinco apartamentos con fachadas a ambas calles y patios interiores. En la segunda, cinco apartamentos tipo dúplex con fachada hacia la dos vías citadas. En la planta ático habrá estancias de los apartamentos de la planta segunda. Y en la azotea un trastero para cada vivienda, los cuartos de las instalaciones y el torreón de acceso a la cubierta.

La cubierta sólo dispone del castillete para uso ocasional. El total de la superficie construida es de 1907 metros cuadrados. El proyecto d reforma presentado ante la Gerencia contempla una inversión de 1.191.510 euros para llevar a cabo la transformación de los almacenes comerciales en viviendas, un proyecto para el que, de momento, no se ha designado a la empresa constructora.

El proyecto analiza la evolución de una zona que adquiere su imagen actual de las reformas efectuadas en los años 80 y 90 del siglo XIX y principios del XX, cuando se llevaron a cabo los ensanches y alineaciones de la Campana y la calle Velázquez, que alteraron la fisonomía de la calle O’Donnell. La imagen urbana actual está compuesta por edificaciones de altura similar al edificio objeto del proyecto.

Se trata de una calle comercial que se desarrolla fundamentalmente en las plantas bajas, con acceso restringido al paso de vehículos, con oficinas y uso residencial en las plantas superiores. Por este motivo, la propuesta de reforma integral del inmueble cumple el objetivo de proteger y potenciar el patrimonio arquitectónico del edificio mediante una intervención “cuidadosa y sensible con lo preexistente para evitar la desaparición de algunos elementos de interés que, si bien el planeamiento no recoge, entendemos que podrían convertirse en parte sustancial de la intervención (ingeniosa solución estructural, castillete de acceso a cubierta y recuperación de este espacio en plantas inferiores, etcétera)”.

La historia reciente de la calle

La peatonalización definitiva de la cale O’Donnell fue demandada por los dueños de los negocios y por sus vecinos. Costó mucho por la fuerte oposición de los comerciantes de otras vías aledañas, como Rioja y Tetuán, y de las dos patronales mayoritarias del taxi. Se llevó a la práctica el 16 de diciembre de 2005, cuando restaba medio año para que comenzaran las obras del tranvía, el polémico proyecto que supuso el cierre al tráfico de la Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución y la calle San Fernando. La tensión fue de tal intensidad que el primer día de la calle sin tráfico rodado, amaneció quemada la alfombra roja que los comerciantes habían colocado para recibir a los clientes.

Desde su peatonalización, O´Donnell ha adquirido la estética de una calle plácida para el viandante, verdaderamente peatonal, pues el paso de vehículos es mínimo. En breve aumentará más su cotización con la anunciada apertura de un hotel de cinco estrellas en la Plaza de la Magdalena, un enclave urbano donde ahora tienen su máximo punto de penetración los autobuses y que todo apunta que será también peatonalizado.

El edificio del número 21 lleva más de una década sin uso, un caso muy particular en una calle donde el éxito está asegurado pro el elevado flujo de peatones. La crisis económica lastró, sin duda, el porvenir de este inmueble de características singulares, por lo que durante años fue incluido en la relación maldita de edificios sin vida pese a su privilegiada ubicación.

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