El alumbrado del real de la Feria se apagará este año una hora antes que la pasada edición: a las dos y media de la madrugada. Con esta "medida disuasoria" el Ayuntamiento pretende que los ciudadanos desalojen antes las calles del recinto ferial para que los servicios públicos de limpieza y de recogida de basuras, además de los de reparto, puedan realizar su trabajo sin dificultades y que la Feria luzca con esplendor el día siguiente. Así lo anunció la concejal de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Rosamar Prieto-Castro (PSOE), que visitó ayer el recinto que a partir del próximo 7 de abril acogerá la Feria de Abril

y cuya portada, que este año tendrá como motivo el Costurero de la Reina, ha requerido de una inversión total que asciende a 470.000 euros.

Entre las novedades destacadas en esta edición, el Ayuntamiento resaltó la instalación de un módulo de emergencia dedicada al arreglo de trajes de flamenca y de corto, que será completamente gratuito.

El horario de cierre de las casetas públicas será el mismo que el del año pasado, las tres de la madrugada, y el paseo de caballos se articulará con el mismo sistema de reparto de matrículas, que limitará la presencia de los enganches a 700 por jornada. Este año se han instalado bombillas de bajo consumo tanto en la portada como en el recinto y se han distanciado más, lo que contribuirá a obtener un ahorro energético del 13%. Rosamar Prieto recordó que, al igual que en Semana Santa, se instarán cámaras de videovigilancia en distintos puntos del real. La Calle del Infierno contará además con 515 atracciones. Habrá 1.047 casetas.

Entre los datos más singulares de la portada de 2008, cuyo diseño base está realizado por el delineante José Manuel Peña Jiménez, destaca la inversión de más de 17.000 horas de trabajo de un equipo de profesionales de los gremios de carpinteros, estructuristas, pintores, electricistas y otros oficios singulares.

Asimismo, está compuesta por un entramado tubular de 180.000 kilogramos de peso, con 18.000 acopladores y 3.000 bridas tubo-madera para el acoplamiento de más de 3.500 metros cuadrados de tableros, abultados y remates, y sobre los que en el último tramo se prenderá la iluminación artística en la que se empleará un número aproximado de 25.000 lámparas de 25 watios.