La arquitectura de los Sonetos
calle rioja
Tributo. Un siglo después de que Pessoa empezara a publicarlos, el arquitecto y poeta Francisco Barrionuevo edita y traduce del inglés los 35 Sonetos del escritor portugués
En 1918 empieza a publicar Fernando Pessoa sus 35 Sonetos Metafísicos y un siglo después en La Isla de Siltolá aparece una edición con traducción y prólogo de Francisco Barrionuevo. Una edición bilingüe en inglés y en español, los dos vecinos, uno cultural y lingüístico, otro geográfico del autor de Libro del Desasosiego.
Fernando Pessoa (1888-1935) tenía en el inglés una lengua cotidiana y familiar: lo estudió y asimiló, escribe Barrionuevo en su prólogo, durante su estancia de niño y adolescente en Sudáfrica y lo empleó a lo largo de su vida "no sólo como herramienta de trabajo -traductor de inglés comercial-, sino en la escritura de su diario y en los cuatro libros de poemas en inglés publicados entre 1918 y 1922".
Los portugueses, por razones políticas y culturales, también de un sano instinto de supervivencia que les habrá evitado gastarse fortunas en el aprendizaje de ese idioma, han estado mucho más abiertos a la enseñanzan del inglés que los españoles. Entre nosotros, la Armada Invencible, el contencioso de Gibraltar y hasta el gol de Zarra, génesis de la Pérfida Albión, convirtieron todos los instrumentos de ese enemigo histórico, incluida su lengua, en parte de ese enemigo.
El inglés no le abandonó, o Pessoa no lo abandonó a él, hasta los últimos días. "Recordemos, aunque sólo sea por su valor simbólico", cuenta Barrionuevo en su docta introducción, "que el último verso que se le conoce, ya en el trance de su muerte, el 29 de noviembre de 1935 en el Hospital de Sao Luis dos Franceses, fue escrito en inglés: I Know not what tomorrow will bring (No sé lo que traerá el mañana). El año de la muerte de Fernando Pessoa, parafraseando el título de la novela del Nobel Jose Saramago con uno de sus heterónimos, Ricardo Reis. La génesis de los heterónimos de Pessoa, según cuenta Barrionuevo, "surgió como una reacción en cadena a partir de un inicial esbozo de la personalidad de Ricardo Reis en 1912, surgiendo los demás a partir de la fulgurante aparición de Alberto Caeiro (8 de marzo de 1914, con O Guardador de Rebanhos).
En uno de sus sonetos, Pessoa explica la angustia "de quien sabiéndose destinado a una tarea más alta del espíritu, la ve postergada por la necesidad de atender diariamente las urgencias y servidumbres materiales". Lo que Barrionuevo llama "conciencia del despilfarro vital" es una dependencia casi enfermiza con la estricta creación, siendo todo lo demás trabas y obstáculos. Pertenecía Pessoa a, en palabras del también Nobel de Literatura Octavio Paz, "aquellos para los que ésta (su obra) constituye su única biografía". "Creadores", remata el traductor, "que podrían incluirse en lo que dijo, refiriéndose a sí mismo, Luis Cernuda, al afirmar que cuanto peor le iba al hombre, mejor al poeta y sólo en el acto de creación de éste alcanzaba aquél la plenitud". Octavio Paz participó en Sevilla en el congreso internacional que se dedicó a la figura de Luis Cernuda (Sevilla, 1902, México 1963).
Barrionuevo sólo encontró dos traducciones de estos Sonetos al español "y algún material disperso por los portales de internet, que no he utilizado". "Tampoco he querido apoyarme en traducciones al portugués, como la de Jorge de Sena, por considerar que el paso por una lengua distinta a la original como camino intermedio podría alejar más que acercar el objetivo, especialmente en lo que en toda traducción de poesía se pierde más: el armazón formal basado en la palabra".
Estos 70 Sonetos de Pessoa -35 en inglés, 35 en español, Armada Vencible- están en el escaparate de la librería La Isla de Siltolá en el barrio de San Bernardo, nombre también de la editorial que los ha publicado. Si Pessoa se multiplicó en sus heterónimos, paisanaje literario en el que se sumergió Antonio Tabucci cuando escribió Sostiene Pereira -al periodista condenado a los obituarios lo interpretó en el cine Marcello Mastroianni-, Barrionuevo se bifurca en oficios: arquitecto de profesión, hermano de arquitecto, fue concejal y delegado de Urbanismo en uno de los mandatos del alcalde Manuel del Valle y, como la prosa nunca debe estar alejada de la poesía, de la política, el urbanismo y la arquitectura, ámbitos todos públicos, desembocó en el más privado de la poesía que escribe y traduce del inglés al español. Sin pasar por el idioma de Álvaro Siza y Souto de Mora, los dos arquitectos portugueses con el Pritzker, Nobel de Arquitectura. Los paisanos de Pessoa, arquitecto de palabras.
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