El 6 de marzo de 2021, tres atracadores irrumpieron en un supermercado de la cadena Dia en la plaza del Niño de Vallecas, en el polígono de San Pablo, y se dirigieron a la caja. Uno de los asaltantes, con la cabeza cubierta por la capucha de un plumífero y con un cuchillo de gran tamaño en la mano derecha, cogió con la mano libre del pelo a la cajera y la atrajo hacia sí para mantenerla inmovilizada. Mientras, otro de los atracadores empuñaba una pistola y el otro vigilaba por si venía alguien dispuesto a interceder. Eran las nueve de la noche, aunque en el reloj de la cámara de seguridad figurara una hora más porque no se había actualizado el horario. Toda la secuencia fue grabada en plano cenital, y puede verse en la web de Diario de Sevilla.

En un momento, dado la cajera coge el móvil, que tenía en la mesa y utilizaba a modo de calculadora cuando cobraba. Uno de los atracadores reacciona de manera violenta, pinchándola con el cuchillo en la espalda y obligándola a que le entregue el teléfono. Los delincuentes se llevan los billetes que había en el cajón y un montón de monedas quedan tiradas en la parte en la que se deposita la compra justo después de pagar. No se llevaron gran cosa, pero se comportaron con extrema violencia. El vídeo sigue y la cajera vuelve a cobrar a la siguiente cliente con total normalidad. Incluso le da la vuelta a la señora con las monedas que los atracadores se han dejado.

El gesto revela la valentía de la empleada, que ha estado a punto de resultar herida y vuelve a su puesto de trabajo con gran profesionalidad. Sin embargo, cualquier policía se echaría las manos a la cabeza al ver el vídeo. Por la caja pasan varios empleados y clientes, que toquetean las monedas y la estructura. Lo que un agente de la Policía Científica definiría como una contaminación de la escena. Los atracadores iban con guantes de plástico, de los que se usan para coger las frutas y verduras, pero podrían haber ido con las manos descubiertas que seguramente habría sido difícil encontrar alguna huella tras tanto toqueteo.

Tres semanas después, el día 31 de marzo, entraron en otro supermercado de la plaza de Joselito, a las ocho y cuarto de la tarde, y se llevaron 70 euros. A la cajera la amenazaron de muerte si no les entregaba el dinero. Robaron también en un establecimiento más. El Grupo de Atracos los detendría poco después del último golpe, el del 31 de marzo, en una operación desarrollada en los barrios de Los Pajaritos y del Polígono de San Pablo.

Los tres detenidos son veteranos delincuentes, tienen 50 y 53 años de edad y llevan toda la vida robando. Suman 129 detenciones y 70 años de prisión entre los tres. El que más arrestos tiene es Fernando P. M., de 50 años y con 64 reseña anteriores, a quien todos conocen en el submundo de la delincuencia sevillana con el sobrenombre del Afilador. Ese apodo lo comparte con sus hermanos.

El Afilador ha sido siempre uno de los carteristas más conocidos de la ciudad. Es un consumado especialista en la técnica de la muleta, que consiste en colocarse una chaqueta o prenda de abrigo sobre un hombro para ocultar uno de los brazos e introducir la mano en el bolso de la víctima. Se le llama la muleta porque el carterista se coloca el abrigo de una forma muy parecida al capote de paseo de los toreros antes de iniciar la corrida. Hace unos años se hizo viral un vídeo suyo cuando fue sorprendido por una persona a la que quería robar mientras presenciaba un espectáculo musical en la Campana. La víctima lo grabó y lo siguió durante unos minutos.

Fernando P. M. es un habitual de la Plaza de España y sus víctimas preferidas son los turistas. La ausencia de turismo en los últimos meses por la pandemia del covid-19 parece haberlo llevado a dar un paso más en sus actividades delictivas. Ha evolucionado del hurto al atraco con armas blancas y de fuego. Una de sus últimas detenciones fue en junio de 2019, después de sustraer el bolso a una turista en el aeropuerto de San Pablo. Huyó en un ciclomotor robado pero fue interceptado cerca del Parque Amate.

Sus dos compañeros de fechorías son Rafael P. M. y Juan Manuel P. R. El primero, de 51 años, es conocido como el Mono. Tiene 34 detenciones anteriores y ha sido tironero, carterista, ladrón a punta de navaja y también de vehículos. El segundo, de 53 años, tiene 29 detenciones anteriores. Empezó con las sirlas o robos a punta de navaja, y también tiene antecedentes por malos tratos y quebrantamientos de condena. En 2010 fue detenido por atracar en al menos cinco farmacias de Sevilla con armas de fuego. Dos de los tres duermen de nuevo en prisión. El tercero quedó libre con cargos.