Sevilla

Una biblioteca municipal lleva dos años con la sala infantil cerrada

  • Las dependencias se inauguraron el 25 de enero de 2011 y se clausuraron tres meses después

Los niños del Distrito Macarena llevan dos años sin poder hacer uso de una biblioteca municipal. Así lo han denunciado varios padres que pedirán a la Delegación municipal de Cultura, Deportes y Juventud que tome las medidas necesarias para solucionar dicha carencia. Las familias consideran que no ha de escatimarse recursos para mantener dicho servicio público.

Todo comenzó el 26 de abril de 2012. Aquel día algunos usuarios de la biblioteca municipal que se encuentra en el centro cívico Hogar San Fernando se llevaron una ingrata sorpresa: la sala infantil y juvenil quedaba cerrada de manera "temporal". Lo que se suponía iba a ser una situación de pocos meses se ha convertido en una clausura que ya acumula casi dos años y sin que, por ahora, tenga pronta solución. Esto es lo que ha llevado a las asociaciones de padres (AMPA) de ocho colegios y dos institutos del Distrito Macarena (y algunos del Casco Antiguo cuyos alumnos hacían uso de esta biblioteca) a pedir al departamento que dirige María del Mar Sánchez Estrella que se ponga remedio cuanto antes.

Las familias recuerdan que la sala infantil está equipada con "ricos fondos bibliográficos, material audiovisual y ordenadores". Dicha equipación se adquirió para la inauguración que tuvo lugar el 25 de enero de 2011. Sin embargo, poco duró la dicha, pues tres meses después se cerró, estado en el que ha continuado hasta la actualidad. Sólo se ha abierto para concretos usos culturales, pero no para el que se puso en funcionamiento.

Algunas de las madres que se han puesto en contacto con este periódico han detallado que tampoco se puede utilizar la sala informática y que la única que permanece abierta es la de adultos "lugar que por sus características no es el más adecuado para los niños". La única medida que ha arbitrado, por ahora, el Ayuntamiento ha sido el intento de compensar dicho cierre con un "carrito" dispuesto frente al mostrador principal de la biblioteca y unos pocos ejemplares en una estantería anexa.

El personal que allí trabaja ha asegurado a los padres que "no están en condiciones de hacer más". Las AMPA firmantes explican que la normativa estatal mediante la que se aplica la tasa de reposición cero ha obligado a cerrar cada tres semanas las bibliotecas por las tardes, pero dicha restricción se ha llevado al extremo en este caso, ya que las citadas instalaciones llevan dos años cerradas. "Antes había cuatro personas trabajando en la biblioteca, ahora sólo hay dos y se tienen que turnar. Es necesario que destinen más recursos humanos porque muchas familias no pueden gastar dinero en comprar libros para que sus hijos lean o consulten", explica una madre. Por tal motivo, las familias califican de "inconcebible" que se haya suprimido la partida destinada a mantener este servicio.

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