La Guardia Civil ha vuelto a detener a un ladrón de viviendas que opera habitualmente por el Aljarafe. Había sido ya arrestado en febrero, cuando una patrulla lo sorprendió regresando de un robo cargado de objetos que había sustraído. El juez lo dejó en libertad y el sospechoso volvió a delinquir. Ahora ha sido detenido de nuevo.

Se trata de un vecino de Villanueva del Ariscal, cuya identidad responde a las iniciales J. M. P. G., que es uno de los ladrones de casas más activos de la comarca. La primera ocasión fue arrestado después de una investigación que llevó a cabo el puesto principal de Gines, que montó un dispositivo en el que participaron guardias civiles de distintos pueblos, como Espartinas, Gines, Sanlúcar la Mayor, Villanueva del Ariscal, Tomares y San Juan de Aznalfarache.

Una patrulla lo detectó in fraganti, cargado de objetos que acababa de sustraer de una vivienda. Se le imputaron entonces siete robos con fuerza en distintos municipios del Aljarafe. Fue puesto a disposición del juzgado de Guardia de Sanlúcar la Mayor y quedó en libertad con cargos. A los pocos minutos volvió a actuar. 

Lo hizo justo después de salir en libertad de los juzgados, en el mismo municipio de Sanlúcar la Mayor. El delincuente fue grabado por la cámara de vídeo de un cajero automático cuando extraía 600 euros con una tarjeta robada en una vivienda que acababa de asaltar. 

Días después, las denuncias por robos en viviendas se sucedían en la comarca, por lo que la Guardia Civil retomó sus dispositivos de vigilancia sobre el sospechoso y su entorno. Los investigadores, en este caso del cuartel de Sanlúcar la Mayor, hicieron un análisis exhaustivo de los distintos delitos y se coordinaron con los agentes de otras unidades para averiguar si era el mismo individuo el responsable de la nueva oleada de robos en el Aljarafe. 

Y efectivamente lo era. En esta segunda operación, la Guardia Civil lo ha vuelto a detener y se le imputan ahora 14 delitos de robos con fuerza en interior de viviendas. En algunos de ellos llegó a emplear la violencia. Se le han intervenido joyas, dispositivos informáticos, teléfonos, tablets, bisutería, dinero en efectivo y pequeños objetos de valor sustraídos en los asaltos. Ahora, después de esta segunda detención y tras 21 robos en dos meses, sí ha ingresado por fin en prisión.