CIUDAD ESPACIO

Agentes públicos y privados se unen en Sevilla para poner en órbita la industria astronáutica

  • El clúster de empresas del sector aeronáutico de Andalucía promueve un proyecto de desarrollo de un microsatélite para poder participar en un programa real de vuelo

La réplica del Ariane 4 se dibuja en el cielo junto a la Torre Sevilla vista desde un puente de la Cartuja.

La réplica del Ariane 4 se dibuja en el cielo junto a la Torre Sevilla vista desde un puente de la Cartuja. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Una réplica de la lanzadera Ariane 4 se levanta en la Cartuja  junto al Pabellón del Futuro, un cohete olvidado que se ha convertido en un hito más de ese territorio heredado de la Expo del 92. Aunque bien podría ser un reclamo de una industria existente y dispersa por la capital y el área metropolitana que conecta a Sevilla con el espacio. En realidad hay mucho más potencial que realidad empresarial pero, sobre todo, hay también una voluntad política que facilita una alianza público y privada fundamental para poner en órbita a un sector que puede relanzar sin duda a la ciudad y su economía.

Sevilla ya fue hace dos años capital europea de espacio al acoger la presidencia de la comunidad de ciudades del programa Ariane, cuyo objetivo es impulsar la industria aeronáutica. Y desde entonces ha dado pasos para seguir vinculada a este sector, con especial atención hacia el espacio, y que administraciones y empresas coinciden en que tiene muchísimo margen de crecimiento. Y ahí se quiere posicionar la ciudad, motivo por el que el Ayuntamiento de Sevilla ha tomado la iniciativa para abanderar una candidatura que persigue atraer a la capital el Congreso Internacional de Astronáutica, una cita muy relevante y que se podría traducir en importantes inversiones para la capital y oportunidades para una industria que ya ha dado sus primeros pasos.

La candidatura se convirtió en un proyecto de Estado porque Sevilla logró que se involucraran en  ella el Gobierno central y contó con el ex ministro y astronauta Pedro Duque como uno de sus defensores. Sevilla sorprendió, dicen los miembros de la delegación, pero ésta es una carrera a medio plazo, como los sueños olímpicos, y la vencedora, que fue Milán, llevaba ya varios años de ventaja. Lejos de ser un fracaso, la candidatura ha permitido formar un potente grupo de trabajo donde están  representadas toas las administraciones públicas, los empresarios del sector en Andalucía y la Universidad, tres patas imprescindibles para el desarrollo de la estrategia que busca convertir a Sevilla en una Ciudad Espacio. 

Hay varias fortalezas que confirman que Sevilla podría alcanzar este reto. Según explica el presidente del clúster Andalucía Aeroespace, Antonio Gómez-Guillamón, la primera es la existencia ya de una industria aeronáutica consolidada en Sevilla y su entorno, entendiendo como tal otras provincias, no sólo el área metropolitana, que evita empezar de cero. Luego hay otros dos puntos fuertes: uno es académico, pues Sevilla posee una titulación directa, un Grado de Ingeniería Aeroespacial en la Escuela Superior de Ingenieros de la que salen cada año muchos universitarios bien formados que perfeccionan y especializan sus conocimientos en las empresas del sector; y el otro también tiene que ver con la Universidad, pues existen muchos grupos que están investigando y aportando soluciones a esta industria desde Sevilla y Andalucía.  “Y todo esto hace que Sevilla sea un lugar muy atractivo para atraer inversión en el ámbito del espacio”, confirma el empresario, que insiste en la necesidad de mirar más allá de la provincia, al ecosistema espacial andaluz.

Un mapa que ya se encargó de plasmar sobre el papel hace unos años a petición de la Junta de Andalucía el profesor Carlos Gómez Camacho, ingeniero aeronáutico y catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla, que lleva más de 40 años impulsando este industria. El documento, que se actualizó el año pasado, recopila a 152 entidades que en Andalucía tienen que ver con el sector espacial, de las cuales 64, entre organismos, grupos de investigación, empresas y particulares, se concentran en Sevilla donde, además, está el grueso de la industria: tres de cada cuatro empresas.

Un tejido que idea, produce y participa en numerosas misiones, pero que representa todavía sólo el 5% del peso del sector en España. El objetivo en Andalucía es convertirlo en un 25% en los próximos 4 años. Gómez-Guillamón explica que las empresas que se dedican exclusivamente al espacio son cuatro: Alter Technology, sevillana y pionera; la prometedora Solar Mems que  nació en la universidad; la división de Airbus y DHV Technology, empresa malagueña. Pero hay otras del sector aeronáutico que cada vez hacen un hueco mayor al espacio y que despuntan, como son la  malagueña Aertec, de la que él es consejero delegado; y las sevillanas Ayesa Air Control, Airgrup o 2SE.

El clúster que preside, creado hace cuatro años, cuenta con una comisión de espacio e innovación para apoyar esta línea estratégica y, como novedad, está promoviendo un proyecto andaluz de desarrollo de un microsatélite para que las empreas que trabajan en espacio en Andalucía puedan participar en un programa real de vuelo. Una iniciativa que ya han presentado a la Junta de Andalucía y que aspira a lograr fondos europeos Next Generation para su puesta en marcha.

El profesor Gómez Camacho apunta que “somos más de los que pensamos en este sector” y reseña como anécdota cómo alguna vez ha descubierto a compañeros universitarios que trabajan en espacio al coincidir con ellos en un aeropuerto camino de alguna reunión. “El problema es que no estamos coordinados, necesitamos sentar en una misma mesa a los agentes espaciales y espaciables”, comenta en referencia a los profesionales que tienen potencial y talento y si conocieran este campo se incorporarían. “Estamos muy desconectados, bastaría una reunión con un centenar de agentes que pudieran tener encuentros y de ahí surgirían muchas más oportunidades”. Por ello alaba la experiencia que han vivido en Dubái con la candidatura fallida de Sevilla y que ha estado respaldada por los dos organismos competentes en espacio a nivel nacional: el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), una bicefalia que tampoco favorece al país en sus pretensiones y que alimenta el debate sobre la necesidad de crear una agencia espacial española.

Parte de la delegación que ha defendido en Dubái la candidatura de Sevilla para atraer el Congreso Internacional de Astronáutica. Parte de la delegación que ha defendido en Dubái la candidatura de Sevilla para atraer el Congreso Internacional de Astronáutica.

Parte de la delegación que ha defendido en Dubái la candidatura de Sevilla para atraer el Congreso Internacional de Astronáutica.

El primer paso para paliar este deficiente conexión es la voluntad política. Hace un año el Parlamento andaluz aprobó por unanimidad una proposición no de ley para apoyar a la industria espacial, que fue vista con admiración desde fuera de España. Y ahora está siendo muy destacado el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla que en una nueva estrategia está explotando el potencial de su palacio de congresos  para atraer eventos que permitan atraer, además de turismo, inversiones, según explica Mar Carnero, directora del área de congresos y eventos de Fibes que defendió en Dubái también la candidatura. En esta línea Contursa, el organismo municipal que gestiona el turismo, está especializándose en sectores que pueden ser tractores de la recuperación económica, como el espacio, con el convencimiento de que estas citas, lejos de ser sólo fechas puntuales,  pueden generar un movimiento transformador de la ciudad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios