Optimización de los recursos y mucho más para obras asistenciales. Las hermandades están haciendo un esfuerzo titánico para poder atender a los más necesitados, cuyo número se ha multiplicado considerablemente en los últimos años. A pesar de contar con unos recursos limitados, las cofradías aplican recortes en la mayoría de las partidas para destinar todo el dinero disponible a caridad. La atención a los hermanos con problemas es una prioridad que ha llevado a los mayordomos a tener que hacer verdaderos encajes de bolillos para cuadrar las cuentas anuales.

Muchas son las muestras del interés y la atención que están prestando las cofradías. Se está produciendo un repunte de las cuotas impagadas y son las propias corporaciones las que las asumen, como explica José de Anca, hermano mayor del Cerro del Águila: "Todos los recursos disponibles se destinan a la bolsa de caridad y a atender las cuotas impagadas. Estamos optimizando los ingresos y organizándonos bien para asumir este sobrecoste". Desde esta cofradía se congratulan de que, a pesar de la crisis, no están sufriendo una merma en el número de hermanos, y que los impagados no son muchos, aunque se encuentran volcados 100% con el barrio: "Ellos nos lo han dado todo y tenemos que estar pendiente de ellos ahora mismo". Por ello, la hermandad ha distribuido 350 cestas de alimentos y está haciendo frente al pago de los recibos de luz y agua de muchas personas, "siempre con la coordinación de Cáritas Parroquial para que haya un consenso".

En la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo también están reduciendo las partidas económicas más importantes para destinar más dinero a caridad. La cofradía también tiene que hacer frente a los importantes gastos de restauración del retablo de Roca Amador, por lo que se están procurando ingresos extraordinarios con la realización de diferentes actividades, como una capea, un bingo, o un desfile de moda flamenca. "Para la intervención del retablo tenemos a 300 hermanos que están aportando 50 euros mensuales", explica José Ramón Pineda, hermano mayor".

La cofradía del Sábado Santo, en aras de destinar más dinero a sus obras asistenciales, ha suprimido uno de los tres boletines informativos que mandaba a los hermanos, con lo que se ahorran una cantidad importante: "El envío de la carta del cabildo general de cuentas se ha adelantado y se incluye ahora en el boletín que se manda a finales de octubre. Así nos ahorramos dos envíos y un boletín". La secretaría también se vale de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y cada vez se dirige más a los hermanos mediante correos electrónicos. También han puesto en marcha el envío de boletines digitales con las principales noticias.

A partir del próximo año, la Soledad va a plantear a los hermanos la unificación de la cuota de hermano con la papeleta de sitio: "Creemos que es lo más justo para todos. Consideramos la cofradía una parte más de la hermandad. También habrá más dinero, de este modo, para caridad".

En la Hermandad de la Candelaria las peticiones la bolsa de caridad se han multiplicado por tres. "Con la crisis han aumentado las devoluciones de los bancos, y los que tienen las cuotas domiciliadas en la hermandad no vienen a pagar", afirma Mario Castillo, mayordomo de la corporación. En San Nicolás se han visto obligados a meter la tijera en lo referente a cultos, flores, o boletines. "Este año la felicitación navideña que pintaban los niños y mandábamos por correo, la hemos enviado por internet, por ejemplo".

La cofradía de los Estudiantes no ha suprimido ninguno de los actos que organiza, aunque sí los afronta de manera más controlada, como explica su mayordomo, Manuel Cantelar: "Nos lo planteamos de otra forma pero sin dejar de hacer la actividad, ni que merme la calidad, pero sí bajando significativamente su coste". En la corporación universitaria aseguran que siempre han sido muy austeros en los gastos, "por lo que no tenemos mucho margen para recortar". Lo que sí están intentando es obtener más ingresos por donativos y patrocinio de actos, "de manera que así cuesten menos pero que se sigan celebrando y con ellos equilibrar las distintas partidas, ya que lo que ingresamos de menos por cuotas o limosnas, lo intentamos obtener por otras vías", concluye el mayordomo.

En el Cachorro han optado por "no invertir para no recortar", señala Fernando Briones, uno de sus mayordomos. "Afortunadamente, ya no se debe nada después de unos años en los que hemos tenido que hacer frente a la casa de hermandad o al retablo, pero tampoco estamos ahorrando para dedicar todo lo posible a la bolsa de caridad".

Una hermandad que está aplicando toda una serie de recortes es la Bofetá. El responsable del área económica, Eugenio Guerrero, asegura que está haciendo "encaje de bolillos" para reducir el gasto y cuadrar el presupuesto. En este sentido, señala que se ha pasado de 150.000 euros a 139.000, un 7% menos.

Por lo que respecta a los estrenos, la Semana Santa estará marcada por los bordados, principalmente. Los Estudiantes completará el proyecto de Joaquín Castilla con los faldones bordados por Santa Bárbara. En Jesús Despojado será novedad el manto de la Dolorosa, obra de Grande de León. La Sed estrenará el palio bordado por Charo Bernardino. Otras corporaciones han restaurado algunas de sus obras, como la Macarena (techo de palio y estandarte), las Cigarreras (palio), o San Isidoro (manto). Por norma general las cofradías han evitado las grandes inversiones y se han centrado en realizar pequeñas intervenciones en el patrimonio.