La defensa de los tres condenados por la muerte del dueño del bar "Los Camioneros" de Sevilla se proponen recurrir la sentencia que les impuso condenas de entre 13 y 17 años de cárcel y pedirán la pena mínima, por entender que el homicidio fue imprudente y no doloso.

Fuentes de la defensa han indicado este viernes a Efe que la próxima semana se reunirán con sus clientes para decidir si recurren, pero en principio los abogados se inclinan por acudir al Tribunal Supremo por entender que la muerte de Antonio Sevillano fue un homicidio imprudente, y además consideran excesiva la pena de tres años de prisión por un delito de robo ya que éste no se consumó al huir sus autores.

La defensa, además, cree que los dos años de prisión por tenencia ilícita de armas es excesiva dado que la escopeta recortada que se utilizó no ha aparecido, por lo que pedirán seis meses por este delito.

La Sección Cuarta de la Audiencia sevillana ha impuesto al autor material del disparo, David B.F., 12 años de cárcel por homicidio, tres años por robo en tentativa y dos por tenencia ilícita de armas, mientras que a su amigo Manuel R.Y. le ha impuesto diez años por el homicidio, tres años por robo en tentativa y dos por tenencia ilícita de armas.

La tercer acusada, Ana María R.Y., hermana de Manuel, ha sido condenada por homicidio a diez años de cárcel y a tres años por robo, aunque los jueces consideran que no participó en la tenencia ilícita de armas y que no hay pruebas, como afirmó un testigo protegido, de que la escopeta utilizada hubiese sido sustraída a su ex marido. La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, considera probado que los acusados se pusieron de acuerdo la noche del 26 al 27 de noviembre de 2005 para robar la recaudación del bar "Los Camioneros" de la barriada de Bellavista, para lo cual la acusada Ana María entró como cliente y pidió una consumición.

Cuando los últimos clientes se disponían a marcharse, la mujer salió del local, se dirigió a una cabina telefónica y simuló llamar, momento en el que hizo una seña a sus cómplices, que habían llegado al lugar en una moto.

Luego volvió a entrar al bar y, cuando la víctima se disponía a cerrar el establecimiento con las llaves que ya tenía en la cerradura, David B.F. le encañonó a corta distancia y le exigió el dinero.

En ese momento, según la sentencia, la víctima "reaccionó de forma instintiva, intentando apartar el arma y cerrar la puerta, provocando una reacción igualmente instintiva de David B.F., que al aferrar la escopeta oprimió el gatillo".

Sevillano recibió un disparo en la cara que le produjo "lesiones irreversibles de las estructuras encefálicas", según la sentencia que fija una indemnización de 145.700 euros a su viuda y dos hijos.

Precisa la sentencia que los asaltantes huyeron del lugar ante el temor de que "el ruido de la detonación pudiese alertar a los vecinos y personas que circulasen cerca del local".