El sistema del permiso de conducir por puntos, que entró en vigor el 1 de julio de 2006, ha provocado que más de 15.000 conductores hayan perdido la licencia en este periodo. En concreto son 15.238 personas (13.918 hombres y 1.320 mujeres) los que han perdido el carné en estos 14 años, al haber agotado la totalidad de los puntos –se parte inicialmente con 12 puntos, salvo los conductores noveles, que comienzan con ocho–.

El año 2020, marcado por las restricciones del coronavirus, perdieron el carné un total de 538 conductores sevillanos, lo que supone un descenso del 37,14% con respecto a los 856 que lo perdieron en 2019. De los 539 conductores que agotaron todos sus puntos y que, por tanto, tendrán que realizar cursos para recuperarlos, la mayoría son hombres (491), frente a 47 mujeres que se quedaron sin licencia.

El año pasado fueron retirados un total de 90.030 puntos a los conductores en la provincia de Sevilla, una cifra que supone un descenso del 25,50% con respecto a los 120.846 puntos detraídos en el año 2019. Estos 90.030 puntos se corresponden con las 29.308 sanciones impuestas a un total de 27.495 conductores.

Desde que se implantó el sistema del carné por puntos, el 1 de julio de 2006, han sido 489.962 los conductores multados en la provincia de Sevilla, a los que se ha castigado con 761.988 sanciones que, a su vez, han supuesto la retirada de 2.352.774 puntos.

Desde el punto de vista estadístico, el año 2015 fue el más negro para los conductores sevillanos de los últimos cinco, puesto que hubo 42.474 conductores sancionados, que recibieron un total de 45.884 multas de tráfico y estas sanciones se tradujeron en la pérdida de 147.740 puntos del carné.

El segundo año con más sanciones del último lustro fue 2018, con 43.369 sanciones y 140.881 puntos retirados, mientras que en 2019 ya se registró un descenso de las sanciones hasta las 38.513, que conllevaron la pérdida de 120.846 puntos para los conductores sevillanos. Esta caída ha continuado durante el año 2020, si bien no se puede decir que haya una tendencia a la baja puesto que el pasado año fue atípico por el confinamiento y las restricciones a los desplazamientos debido a la pandemia del coronavirus.