Hospital Virgen del Rocío

El Covid persistente afecta a más de 200 de los contagiados en Sevilla

La doctora Isabel Martín, en la consulta de Medicina Interna de Covid  persistente

La doctora Isabel Martín, en la consulta de Medicina Interna de Covid persistente / D. S.

La pandemia de coronavirus lleva semanas de bajada, pero su sombra persiste en las consultas. La huella que el SARS-CoV-2 deja en hasta un 15% de los afectados a nivel mundial, según los datos oficiales, hace que en la provincia de Sevilla sean ya más de 200 las personas en seguimiento médico por la persistencia de síntomas más allá de los tres meses posteriores a la propia infección. Sufren el llamado Covid persistente, un cuadro clínico que afecta sobre a todo a mujeres y que se manifiesta con intensidad variada y sintomatología diversa, y que podría estar padeciendo un mayor volumen de personas dado su infradiagnóstico por propio desconocimiento de pacientes y profesionales. Un reconocimiento ante el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado recientemente un paso adelante al acotar su definición como nueva dolencia.

"Parte precisamente de ese aumento semanal de pacientes que vemos en consulta se debe a ese reconocimiento como enfermedad por parte de la OMS, pero también a la evidencia que estamos viendo del rastro que deja el virus en los pacientes", afirma la coordinadora de la primera y única consulta monográfica de Covid persistente en la provincia, en el Hospital Virgen del Rocío, la internista Isabel Martín.

Desde su puesta en marcha hace siete meses, el número de personas que han pasado por la misma se ha cuadruplicado, pasando de unos 50 pacientes a los 200 actuales, así como el número de franjas horarias dedicadas a la asistencia de nuevos afectados y seguimiento de los más antiguos, pasando de una consulta de mañana en sus inicios a dos de mañana y dos de tarde actualmente.

"Existen comportamientos del virus en pacientes en los que a los primeros tres meses, a pesar de tener síntomas de Covid persistente, mejoran de forma rápida, luego hay otro punto de inflexión a los seis meses y otro al año", detalla la profesional a modo de balance. No obstante, apunta, haciendo alusión a la reciente publicación de un estudio internacional, a los seis meses, "aproximadamente el 50%" de los pacientes mantienen a los seis meses los síntomas que se le reconocieron a los tres meses de la infección. "Afortunadamente, muchos de ellos mejoran al año, pero es verdad que hay un porcentaje del 25% que continúan con síntomas más allá de los 12 meses", destaca la especialista.

Para entrar en el circuito de atención de la consulta monográfica de Covid persistente del Virgen del Rocío, la doctora Martín explica que, por un lado, se tiene que haber pasado la enfermedad asintomática, oligosintomática o con ingreso hospitalario y poder demostrarlo con su respectiva prueba PCR, o bien, es suficiente con la clínica, siempre y cuando los síntomas no se justifiquen por otra patología que esté pasando la persona. "Este último caso se aplica, sobre todo, con los pacientes de la primera ola a los que seguimos viendo y que no pudieron tener confirmación de la enfermedad con pruebas PCR porque entonces no se hacían como ahora", matiza la profesional.

En cuanto a su abordaje, sigue sin haber herramientas para combatir el Covid persistente más allá de intentar paliar los síntomas. Pero los cuadros clínicos son diferentes en cada paciente y los profesionales carecen de una receta universal para todos. "Como sigue sin haber una teoría definida sobre el origen de esta enfermedad, lo que hacemos los que nos dedicamos a su asistencia es un abordaje integral del paciente sabiendo y preguntando todos los síntomas que están recogidos hasta ahora como de Covid persistente y ver si existen secuelas que podamos detectar mediante pruebas de imagen, con ecografía cardíaca, resonancia cerebral, de función respiratoria o radiología pulmonar, y después tratar los síntoma uno a uno para mejorar la calidad de vida de los pacientes, sobre todo, los que más dificultan, que son, además de la alteración cognitiva, la disnea, la cefalea y los dolores musculares y articulares", detalla.

Por su parte, el perfil de los afectados está claramente definido, según explica la especialista. "Son en un 70% mujeres jóvenes de una edad de entre 30 y 50 años y que han pasado la enfermedad casi siempre en casa de forma leve u oligosintomática", indica la doctora Martín que añade que, igualmente, también cuenta con pacientes  desde la edad límite pediátrica, 16 años, a mayores de 80 años.

"El mayor aprendizaje que sacamos de esta consulta es que tenemos que escuchar a los pacientes; que es importante hacer un abordaje completo porque no se trata de un virus que, como se pensó al principio, solo afecte al pulmón, sino que arrasa a todo el organismo; y apostar mucho más por la investigación y el trabajo en equipo con ayuda de distintas especialidades para poder hacer ese abordaje completo del paciente", concluye la internista.

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