calle rioja

A contramano de Teodosio a Jimios

  • Recuerdo. Aniversario de la legalización del PCE sin Adolfo Suárez, que eligió un Sábado Santo para tomar una decisión histórica que se celebró en las sedes comunistas en Sevilla.

Hoy es el primer 9 de abril sin Adolfo Suárez. El 9 de abril de 1977 era Sábado Santo y fue el día elegido por el político de Cebreros para legalizar el Partido Comunista de España. Al año de la peluca de Santiago Carrillo, que data de 1976, le siguió el año de la legalización apenas dos meses antes de las elecciones generales del 15 de junio.

"Cuando legalizan el partido, ya teníamos la sede de la calle Teodosio, pero todavía no teníamos teléfono", dice Francisco Durán (Arriate, Málaga, 1938). Este comunista que formó parte de la emigración económica, ingresó en el partido en Carcassone en 1957 y fue responsable de la organización en Lyon, llegó a Sevilla en 1969 y recuerda una anécdota que refleja los frágiles cimientos de la transición y agiganta a sus protagonistas.

Llegaron al número 60 de la calle Teodosio, en el corazón de la Sevilla cofrade, y empezaron a hacer la mudanza de documentos y materiales desde Jimios, 7, "muy cerca de la sede de Fuerza Nueva en la calle Harinas". "Cuando ya se estaba negociando la legalización, vino Santiago Carrillo a una reunión. Estábamos en Teodosio y nos dijeron que Adolfo Suárez, que estaba de viaje oficial en Canarias, quería hablar con Carrillo. Como en Teodosio no había teléfono, en mi coche, a contramano y escoltados por dos coches de la Policía, fuimos desde Teodosio hasta Jimios para que Carrillo hablara con Suárez".

Josefina Font Cabrera recuerda a aquellos vecinos. "Yo llevo en esta calle desde el 15 de julio de 1971, el día que me casé. La casa de los comunistas había sido de Cañadas, un médico ginecólogo". Josefina Font es hija de José Font de Anta y sobrina de Manuel Font de Anta, hermanos asociados con la marcha Amarguras, la más popular y una de las más universales de la Semana Santa de Sevilla. "Mi padre, que nació en 1892 y de lo bueno que era se murió el día de los Inocentes de 1988, hacía músicas más dramáticas, aunque también es autor de Cocidito madrileño". Su tío Manuel era más dado, dice la sobrina, a músicas más refrescantes, menos dramáticas que las de su hermano, aunque su final fue bien dramático. "Murió en 1936 en Madrid en plena guerra civil".

A dos pasos del número 60 de Teodosio colocaron ayer una bandera roja. No era para conmemorar el aniversario de la legalización del Partido Comunista de España, sino el reclamo de un ágape cofrade en La Abacería de San Lorenzo que regenta Ramón López de Tejada. En el cartel se leía: "Los Genoveses. VIII Comida Cofradiera. 8 de abril". 37 años después del Viernes Santo de 1977, víspera de la legalización de los comunistas.

Llega en su Vespa Carlos Herrera a la cita con Los Genoveses. Le cuento la primicia: los comunistas fueron muchos años vecinos de la hija del compositor de la marcha Amarguras. No fue el único vínculo cofrade. El Sábado Santo de su legalización, las banderas empezaron a ondear en la sede provisional del Comité Central en María Auxiliadora, en el local que les cedió Rafael Álvarez-Colunga encima de la farmacia, en la casa donde residió el poeta Pedro Salinas. Las mismas banderas que el Domingo de Resurrección se vieron en el Benito Villamarín: Betis, 2, Racing de Santander, 1. Muy cerca de esa sede, hacía su estación de penitencia la cofradía de la Trinidad. Dicen que algunos costaleros llegaron con sus pegatinas del Partico Comunista, lo que les valió una reprimenda del capataz, que después les mostraría su carné de militante comunista en los años de la clandestinidad.

Fue un Sábado Santo esplendoroso en la calle. Las cofradías no habían podido salir en 1975 y 1976 por la lluvia. El año de la muerte de Franco y el de la peluca de Carrillo. Y salió también en Sábado Santo Jesús Despojado.

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