FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Corpus 2015

Los contrastes del domingo

  • Hasta 16 procesiones eucarísticas se celebraron por toda la ciudad en una jornada marcada por el bochorno. En Bellavista se recuperó el Corpus tras 42 años.

La cera sacramental tiñó de rojo las calles alfombradas de romero en el centro de Sevilla y en los barrios por la festividad del Corpus Christi. Hasta 16 procesiones eucarísticas se celebraron ayer en Sevilla en una jornada de calor y bochorno. Desde Los Bermejales a Pío XII. De Triana a Rochelambert. El Santísimo recorrió los barrios. Cada uno con su estilo, pero todos entre el fervor de los devotos y vecinos. De la elegancia de la Magdalena a la naturalidad de Triana, pasando por la recuperación, tras 42 años, en Bellavista.

El domingo en Sevilla no se celebra el Corpus, se celebran los Corpus que vienen a formar un gran cuadro costumbrista. Es una jornada llena de contrastes, pero que tienen una común virtud: el tamaño y la medida de los cortejos. La mesura frente a la exageración del Corpus del jueves, organizado por el Cabildo Catedral, que crece cada año haciéndose soporífero para el que lo contempla. El Corpus Chico de Triana es el más numeroso de los que salieron ayer. Presenta numerosas representaciones y cinco pasos pero se puede ver en apenas media hora. Son muchos los altares que se montan en el viejo arrabal para honrar al Santísimo, la mayoría de ellos con más voluntad que acierto. El que cada año instala la Hermandad de la Estrella en la sede del distrito, en la calle San Jacinto, tenía este año como protagonista a la imagen de Santa Teresa de la parroquia de Santa Ana. Otro monumento en honor a la mística abulense montó la Hermandad de Montserrat en su capilla. En este caso, la imagen procedía de la parroquia de San Vicente, que ya la cedió hace algunas semanas para la exposición que se organizó en el Círculo Mercantil. La restauración llevada a cabo por Carmen Bahima ha permitido descubrir una imagen de una calidad excepcional.

En la Magdalena no hay niños vestidos de costaleros o niñas de comunión. El Corpus de esta señorial collación es de una elegancia superlativa imprimida por sus protagonistas. El silencio y el respeto, sólo roto por los cantos, acompaña al paso con la Custodia. Sólo en el compás de San Pablo la banda de Tejera, que acompaña al Dulce Nombre de Jesús, interpretó las marchas Triunfal y Pescador de hombres para la entrada en la parroquia. En la Plaza del Museo, el cortejo se mezcla con el mercado de arte de cada domingo. Los turistas se apresuran a no perderse ningún detalle. Como siempre, fue muy comentado el altar montado por Mariano Bellver en el zaguán de su casa. Muy lucido también era el de la Hermandad del Museo en la puerta de su capilla con la escultura de San Ramón Nonato, una magnífica talla de Juan de Mesa. A muchos llamó la atención el candado que cerraba la boca del santo. Cuenta que en una ocasión, para liberar a un cautivo, San Ramón se ofreció como rehén y los musulmanes, a modo de martirio, le perforaron la boca y le colocaron un candado, impidiendo así que hablase y predicase.

En otra collación del centro, en San Isidoro, la procesión que organiza la hermandad tuvo que alterar su recorrido bordeando la Alfalfa ante la imposibilidad de retirar unos bolardos. La novedad de la festividad del Corpus estuvo en Bellavista, donde se recuperó la procesión eucarística tras 42 años.

Muchos fieles se acercaron también a las celebraciones más íntimas de los conventos. Como el de San Leandro, donde la eucaristía alcanza gran espectacularidad con las danzas y cantes étnicos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios