Pese a los avances y la mejora de los datos en los últimos días, el coronavirus continúa causando estragos en la provincia de Sevilla y prueba de ello son los 28 nuevos fallecimientos notificados ayer por la Consejería de Salud y Familias. Casi una treintena de batallas perdidas contra el Covid, que empañan otra jornada en la que se mantiene el crecimiento contenido de los nuevos contagios –461– y en la que, por primera vez en esta segunda oleada, se ha superado el millar de curados (1.245).

En este contexto, el Virgen del Rocío es el hospital que concentra el mayor número de muertes por coronavirus en la provincia en los últimos casi dos meses, aunque hay que tener en cuenta que también es el que soporta el mayor volumen de ingresos dada su mayor envergadura y capacidad respecto al resto de centros sanitarios.

Desde el pasado 1 de septiembre y hasta este lunes 23 de noviembre, habían perdido la vida por complicaciones en su infección de coronavirus 185 personas que permanecían ingresadas en este hospital. Una cifra preocupante y que supone que más de un tercio del total de las 521 víctimas mortales que se han registrado en la provincia en ese mismo periodo de tiempo han tenido lugar en este centro hospitalario. Las jornadas más negras, según recoge un documento interno al que ha tenido acceso este periódico, fueron los pasados 31 de octubre y 7 de noviembre con ocho fallecidos cada una, días en los que Salud notificó 32 y 10 muertes en el conjunto de la provincia, respectivamente.

También el último día de octubre concentra el mayor número de muertes por Covid notificadas en el Hospital Virgen Macarena, que en esta segunda oleada ha registrado el fallecimiento de 120 personas contagiadas. En total, desde que estalló la pandemia, han muerto en este centro 167 personas por lo que el 71,8% han tenido lugar entre septiembre y noviembre, siendo ese día 31 de octubre el peor día de la crisis sanitaria con 10 muertes notificadas asociadas al coronavirus.

En cuanto a las hospitalizaciones y, tras varias semanas con la presión asistencial en punto crítico, los últimos datos que ofrece la pandemia en la provincia invitan a un cierto optimismo. Ahora mismo hay 550 pacientes hospitalizados en los centros sanitarios de Sevilla y, de ellos, 116 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos. Nada que ver con los 890 ingresos que se llegaron a contabilizar hace apenas dos semanas ni con los 131 enfermos críticos del 14 de noviembre. Cifras con las que se llegó a vislumbrar una posible saturación de los hospitales sevillanos.

Así todo, las restricciones están surtiendo efecto y a, a día de hoy, el Virgen del Rocío, que tiene dedicadas cinco plantas a enfermos Covid, y llegó incluso a tener preparada una más ante el elevado ritmo de ingresos, ha pasado en una semana de tener 195 hospitalizados a los 114 con los que contaba este martes. A menor ritmo baja el número enfermos en la UCI, de las que sólo han salido cinco pacientes en los últimos siete días.

Por su parte, en el Hospital Virgen Macarena eran hasta el viernes pasado 118 los enfermos hospitalizados por Covid de los que 26 eran atendidos en la unidad de críticos. El pico más alto de ingresos se alcanzó dos semanas antes, con 174 hospitalizados. El centro mantiene dos plantas a la atención de la enfermedad, la quinta de Enfermedades Infecciosas y una parte de la segunda. En el Hospital de Valme, y con fecha también de 19 de noviembre, se contabilizaban 123 hospitalizados, incluyendo los 20 de la UCI. Cifras, no obstante, similares a las que se registraban una semana antes.