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Sevilla

Los críticos del PP ganan el pulso y Virginia Pérez mantiene el cargo

  • La portavoz del PP en la Diputación seguirá de secretaria general. La regional fuerza la suspensión del comité ejecutivo que iba a votar su cese a propuesta del presidente provincial.

Ni hubo comité extraordinario y urgente, ni se produjo el insólito cese de la número dos. Virginia Pérez, la cabeza visible de la corriente crítica del PP de Sevilla, seguirá de secretaria general de la formación, pese a que el presidente provincial, Juan Bueno, quería que un comité ejecutivo decidiera en la tarde de ayer la revocación de las competencias asignadas como tal hace un año. Los críticos hicieron frente a esta maniobra con la recopilación de hasta 54 firmas de cargos y militantes de base del partido que exigían el voto secreto. Estos pliegos pusieron en guardia tanto a los oficialistas como a la propia estructura regional del PP, que ayer a mediodía decidió intervenir para forzar un acuerdo y evitar la exhibición de una más que previsible fractura interna, e incluso la posibilidad de que el presidente provincial quedara desautorizado por su propio comité. Si el cese no se veía avalado en las urnas, Juan Bueno quedaba en una posición más que comprometida. Tampoco se olvide que Virginia Pérez es la número tres del PP andaluz y la portavoz del partido en la Diputación, por lo que la posibilidad de quedar despojada de las funciones de secretaria general de una forma inédita tampoco era una fotografía idónea para la imagen del partido.

La secretaria regional del PP andaluz, Dolores López, citó a Juan Bueno y a Virginia Pérez en la sede de la calle San Fernando. El acuerdo alcanzado deja a Virginia Pérez donde estaba, lo cual supone que los críticos ganan el pulso. Como contraprestación, Pérez se compromete a aceptar la reestructuración del organigrama del partido que proponga Juan Bueno a partir de septiembre. Los críticos ganan tiempo de cara a un más que previsible congreso provincial en el próximo curso político. Tras el pacto sellado en el despacho de Dolores López, el PP comunicó a los 135 miembros del comité ejecutivo la suspensión del mismo.

Entre los 54 militantes que exigían el voto por escrito se encontraban la subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero; la propia secretaria general, Virginia Pérez; los diputados autonómicos Jaime Raynaud y Patricia del Pozo; alcaldes como el del Carmona, Juan Ávila, que gana peso político en la provincia con estos últimos acontecimientos; la secretaria del grupo parlamentario, Macarena O'Neill; concejales de la capital como Beltrán Pérez, Pía Halcón, José Luis García y Evelia Rincón; diputados provinciales, concejales de otros municipios y militantes de base. Este colectivo ha protagonizado en los últimos meses la conocida como Operación Manijero, que nació el Miércoles de Feria en la caseta El Manijero de Jaime Raynaud. Aquel día, los críticos se hicieron la primera gran foto de familia al margen de los rostros tradicionales del PP sevillano (Juan Ignacio Zoido, Ricardo Tarno, Juan Bueno y José Luis Sanz). Contaron incluso con la presencia del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. Y con la difusión de la instantánea en las redes sociales comenzaron a exigir la apertura de una nueva etapa en el partido.

La segunda sesión de reivindicación de un nuevo modelo de partido se produjo el Día de San Fernando, cuando una nueva foto con una treintena de miembros no incluía a ninguno de los mandatarios habituales de los últimos lustros del partido, ni tan siquiera al ex alcalde y portavoz municipal, Juan Ignacio Zoido.

Los oficialistas cuentan con el aval de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, mientras que los críticos están impulsados por Javier Arenas. Ambos líderes quieren asegurarse el control del PP de Sevilla de cara al futuro congreso nacional. El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, no quiso pronunciarse ayer sobre la suspensión del comité ejecutivo. Estos meses ha ejercido de observador de la vida interna del PP sevillano, cuyos principales cargos lo recibieron con frialdad. Virginia Pérez, que aspira a la presidencia provincial, podría suponer para el malagueño el definitivo apoyo que siempre le ha faltado desde la sede provincial hispalense.

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