Sucesos Agresión a la Guardia Civil

El cuartel de Los Montecillos no tiene suficiente seguridad

  • Sólo tres metros separan la zona residencial de los agentes de los bloques desde donde se lanzaron las piedras · El instituto armado carece de competencias para poder actuar en los conflictos del barrio

La casa cuartel de la Guardia Civil en la barriada de Los Montecillos, en Dos Hermanas, donde dos agentes fueron agredidos el pasado sábado, no tiene suficientes medidas de seguridad para evitar un ataque. La zona residencial donde habitan casi 60 familias carece de la adecuada protección al integrarse prácticamente en una manzana de pisos desde donde fueron arrojadas piedras mientras los agentes celebraban la festividad de su patrona, motivo que originó los incidentes que acabaron con dos guardias civiles gravemente heridos, uno de los cuales fue operado ayer ante las diversas contusiones que presentaba.

Los hechos ocurridos el fin de semana han reabierto el debate sobre la falta de seguridad de esta casa cuartel ubicada en uno de los barrios más conflictivos de la ciudad nazarena, que se ha convertido en punto de venta de droga. La zona residencial de la Guardia Civil forma parte de un núcleo de viviendas de protección oficial cedidas por el Ayuntamiento de la localidad ante el deterioro que presentaba el cuartel que poseían dentro del casco histórico, según señalaron fuentes municipales.

Por tanto, se habilitaron unos pisos integrados en una barriada que ya estaba urbanizada y en la que la separación con los otros bloques es mínima, una circunstancia que se demuestra en la escasa distancia del lugar desde donde fueron arrojadas las piedras. Sólo tres metros separan el patio de recreo de los agentes de dos manzanas de pisos, donde la mayoría de los vecinos son de etnia gitana y suele ser habitual la venta de droga y las reyertas.

Este lateral es la única zona del perímetro del cuartel donde hay construido un muro de pequeña altura que sirve de defensa. Una separación insuficiente, ya que desde los pisos de la primera planta del bloque se puede lanzar cualquier objeto con facilidad. Este muro tiene 10 meses de construcción, ya que fue levantado a principios de año. Antes existía una valla metálica que aún permanece en el resto del perímetro.

El propio Ayuntamiento de Dos Hermanas es consciente de esta falta de protección. Su delegado de Seguridad, José Román, quien señaló que "no son habituales este tipo de conflictos en el barrio", precisó que uno de los motivos que originó el enfrentamiento del sábado fue la cercanía del cuartel con los pisos. "Son viviendas de VPO que el Consistorio puso a disposición de la Guardia Civil y no presenta las mismas características que otras casas cuartel, que estan más separadas del núcleo poblacional", indicó Román.

A pesar de que hace tiempo que Los Montecillos se convirtió en un barrio marcado por la conflictividad, las cámaras del cuartel no han podido grabar imágenes hasta hace mes y medio, medida que se habilitó a raíz del atentado terrorista en el cuartel de la Guardia Civil de Calvià, en Mallorca. Precisamente esta grabación es la que se entregará a los tribunales para esclarecer los hechos ocurridos el sábado.

A la falta de protección también se suma la nula competencia que tiene el instituto armado para intervenir en la barriada, ya que la seguridad local es competencia de la Policía Nacional, motivo por el cual este asunto se ha analizado en varias reuniones que han mantenido los representantes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y Local en la Junta de Seguridad del municipio, sin que, por ahora, se haya encontrado una solución al problema. La intención del Ayuntamiento es reunirse los próximos días para analizar lo ocurrido.

Los vecinos de los bloques de la calle Meñaca, desde donde se lanzaron las piedras, daban ayer una versión muy distinta de los hechos. Sus residentes aseguran que quienes arrojaron objetos al patio de los agentes fueron niños, "a los que les reprendimos", por lo que no entienden la actitud de los guardias civiles "que llegaron vestidos de paisano y sin identificarse", aspecto que niega el instituto armado.

"Vinieron y zarandearon a niños y mayores, entraron en nuestras casas sin decirnos quiénes eran, por lo que tuvimos que defendernos", éste es el argumento de Yolanda García con el que justifica la agresión a los dos agentes que resultaron heridos, al considerar que la reacción de la Guardia Civil fue "desmedida", fruto, según los vecinos, "del alcohol que habían bebido en la fiesta".

Al cierre de esta edición aún continuaba la búsqueda de los agresores de los agentes, que fueron atacados con un palo de madera que tiene en un extremo un objeto punzante y dos cuchillos (como se observa en la imagen). La Guardia Civil y la Policía Nacional identificó el domingo a los autores de estos hechos.

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